Hace un mes (https://www.elnacional.com/opinion/inicio-de-la-campana-electoral/ ) comentaba el inicio de la campaña electoral. Señalaba que, a pesar de ser demonizada, sobre todo en Colombia, la polarización “per se” no es mala, puesto que permite al candidato mejor identificarse dentro del espectro ideológico y al elector de ubicar al candidato en el mismo. Indicaba que había una clara polarización de las precandidaturas entre derecha e izquierda, pues el “centro” tal como diría su principal promotor “el tal centro, no existe”. Reseñaba que la izquierda siguiendo su ancestral costumbre presentaría dos candidaturas la radical de Petro y una “light” por definirse. Comentaba que, en la derecha, si bien no determinante, Uribe seguía siendo un gran elector.

Acotaba que “la única precandidata que no le da pena decir que es de derecha, que ha sido coherente en su discurso y su actuar, que habla claro sin pelos en la lengua, es María Fernanda Cabal, por lo cual se ha convertido en un fenómeno electoral”, pero presagiaba que estaba por verse si una candidatura impulsada solamente desde los medios digitales, sin estructura, podría ser exitosa. Frente a la Cabal, está el polo opuesto de Oscar Iván Zuluaga, quien tiene la estructura, pero poco peso en las redes y puntualizaba: “Tiene el boomerang de no ser novedoso y de no tener mucho carisma; en definitiva, está la opción nueva, pero sin estructura de la Cabal, como a ella le gusta que le digan, frente a la candidatura experimentada con estructura, pero sin carisma de Zuluaga. Ellos son amigos y patriotas, por lo cual con seguridad este año definirán el mecanismo por el cual la base del CD elegirá entre ellos al candidato, incluso esto fue indicado en un muy buen artículo por el hijo de la candidata”.

Pues bien, como en toda campaña electoral moderna, junto a esta van las encuestas, y por ello ya en Colombia arrancaron también las encuestas. Está claro que estas deben ser tomadas con una pizca de sal, dado que frecuentemente las compañías responden a los intereses de los patrocinantes. Siendo que los gremios y los medios han tenido un sesgo pro-izquierda, las encuestas han puesto de triunfadoras claras a estas opciones, siendo desmentidas luego por la realidad. Es por ello que es tan interesante la última encuesta del CNC-Semana, pues va en contra de ese acostumbrado sesgo, pareciera que Vicky Dávila entre los muchos cambios que le ha impuesto a ese medio, está también el de la objetividad en las encuestas que patrocina.

Al grano. Esta encuesta se puede analizar desde dos perspectivas: a) la orientación ideológica de las candidaturas en grupo, b) el comentario de las candidaturas individualizadas.

  1. Perspectivas de los bloques ideológicos:

La primera gran constatación es el desplome de la izquierda radical representada por Petro. Están lejos los días en que este aspiraba (y con visos de realidad) ganar en primera vuelta, Petro cae 4 puntos y si bien sigue ocupando el primer lugar, ahora solo tiene 17% de intención de voto. Como en toda encuesta lo que interesa es la tendencia, la que se ve con respecto a Petro es de una caída libre.

La llamada centro-izquierda, que como señalé no es más que una versión “light” de la izquierda, sigue con un segundo lugar (empate técnico con Petro), con Fajardo con 7%, Juan Manuel Galán 6% y Alejandro Gaviria con 3%, totalizando 16%. Al respecto hay que acotar que a Fajardo se le pone la cosa fea con sus múltiples líos con los entes de control, se le pasará el tiempo arreglando esos líos, mermando el empuje de su candidatura. Alejandro Gaviria representa desde ya el gran bluf de la campaña. Con una muy profesional campaña de expectativa, que no resultó exitosa, con un discurso desacreditado de independiente, a pesar de ser el candidato de 3 expresidentes: Samper, Santos y Gaviria y tener dos maquinarias, la verde y la liberal, su candidatura no logró despegar.

Quedan dos candidaturas en el limbo ideológico, una que se puede decir triunfante, la del iconoclasta Rodolfo Hernández, quien de seguir la tendencia hacia arriba (5% en esta encuesta) quien por no tener estructura y ser poco conocido nacionalmente, con ese porcentaje es de ya un fenómeno electoral y la derrotada desde ya de Enrique Peñaloza que está en un írrito 1%.

Por el lado de la centro-derecha, esta se ubica en un tercer lugar con 11% (Cabal y Gutiérrez con 4% cada uno y Oscar Iván Zuluaga con 3%), que si logra sumar a Hernández y Peñaloza, que no son izquierda, ni siquiera “light”, estaría en empate técnico con Petro, con 17%. Por lo tanto, de seguir la tendencia dibujada por esta encuesta, se ratificaría mi vaticinio de una elección polarizada entre la izquierda y la derecha, con Petro por la primera y el ganador de las primarias de marzo, por la derecha.

La derecha se presenta desde ya con dos cartas que son fenómenos electorales, por no tener estructura y no ser figuras conocidas nacionalmente: Gutiérrez y Cabal.

  1. Perspectivas de las candidaturas individuales:

Petro a pesar de venir en rodada, mantiene su primer lugar y hará todo lo que sea posible (incluido la intensificación del narcoterrorismo urbano para crear un estado de anarquía que haga ver una solución desesperada posible) para mantenerse al menos en segundo lugar para ir a segunda vuelta. Analizando la perspectiva de la centro-izquierda arriba comentada, esta posibilidad es muy probable.

Gaviria representa un fiasco tanto desde el punto de vista del discurso como del resultado de mercadeo. Fajardo está en veremos pues se le cayó el discurso anticorrupción, la maquinaria verde y se le complican los tiempos frente al que tendrá que dedicar a probar su inocencia ante los organismos de control. Galán es una gran incógnita, pero supongo se desinflará al irse su base liberal al partido fuente, el Liberal.

Gutiérrez es un fenómeno electoral, que se hará contar en la primaria de la derecha, pero que seguramente será derrotado por el candidato uribista. Este se definirá por la incógnita de si predominará la estructura favorable a Zuluaga o la opinión favorable a Cabal.

Un dato que hay que destacar es que el electorado se inclina por candidaturas nuevas, pero con discurso claro y coherente: Cabal, Gutiérrez y Hernández. Incluso Petro será un megalómano e insensato marxista, pero es coherente en su locura. Los “tibios” están siendo descartados por el electorado.

Concluyo en que se repetirá una segunda vuelta polarizada entre socialismo del siglo XXI y uribismo, como en el 2018, ojalá el candidato uribista no sea una “fake” candidatura uribista como la de Duque, que gobernó representando los intereses del farcsantismo.  Estando la candidatura entre cabal y Zuluaga, esta opción está descartada.


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