grupos armados, El Nacional aeronaves
Foto: EFE/ JOHNNY PARRA

Apure sin romper un ciclo funesto

Desgraciadamente la mayoría de las noticias que escalan en el torbellino de redes sociales, agencias de investigación y otros elementos de la comunicación tienen que ver con noticias escandalosas, la presencia de las FARC y el ELN, que empezará diálogo en Caracas por la paz con Nicolás Maduro de garante, como una prueba irrefutable de la negación histórica de esa relación, que ha permitido que el estado Apure y sus 76.500 kilómetros de territorio sean de bondades para la realización de las actividades ilegales, nuestras fronteras desguarnecidas y nuestros ríos que se interconectan con el hermano país, lejos de ser un privilegio comercial de auge económico, han sido la puerta de entrada para el horror, el crecimiento del narcotráfico internacional y la degradación moral de nuestra ciudadanía.

Los informes de la Jefatura Internacional de Tráfico de Estupefacientes (JIFE), al menos desde 2006, no dejan de hacer mención del crecimiento del narcotráfico en Venezuela, estableciendo que Apure es un estado clave para el desarrollo de estas actividades, con una considerable penetración de los carteles colombianos y sobre todo mexicanos. Todos los informes anuales son reveladores y con datos particulares de diversas zonas de la geografía apureña, sin profundizar más en este aspecto que deberán crearse políticas de Estado para atenderlas en conjunto con las autoridades locales, pero resulta bochornoso que sean estas quienes promuevan la ausencia de la ley y atenten contra las instituciones, como el caso de violencia contra la sede del Tribunal Civil del estado Apure, donde supuestos funcionarios de la gobernación derribaron puertas y paredes de una institución que representa el Poder Moral.

La impunidad de estos hechos será el elemento catalizador para que esos mismos individuos, sin calidad alguna, luego hagan actos peores, en una sociedad que se agota, y empieza a dejar de relieve la verdad de cada hecho, como establece el Nobel de Literatura colombiana Gabriel García Márquez en la novela La hojarasca; “hay una hora donde se agota la siesta, hasta la secreta recóndita, actividad de los insectos cesa en ese instante preciso, hasta la naturaleza se detiene”.

El actual gobierno de Apure, más allá de acusar a sus propios funcionarios, que debe hacerlo, tendrá que hacer una introspección profunda sobre la dinámica que impone en la actualidad, porque la barbarie se ha impuesto en la llanura desde los tiempos de Doña Bárbara, en aquella Venezuela rural y agreste siendo apure su mayor expresión quizás, y aunque estamos en medio de una profunda crisis multidimensional, la democracia y la libertad no es un concepto polisémico, frente a ellos solo el totalitarismo reinante con pistolas al cinto hombres y mujeres de la peor calidad, como bien sentenció Ortega y Gasset, pero también será indetenible la vehemencia de un pueblo que desea vivir diferente y en virtud de ello dará todo por cambiar esta tragedia.

De nuestro poeta y escritor Rómulo Gallegos, en la novela Doña Bárbara, hay un gran mensaje que hoy se hace más vigente que nunca: “Algún día será verdad, el progreso penetrará la llanura, y la barbarie retrocederá vencida, tal vez nosotros no alcancemos a verlo; pero sangre nuestra palpitará en la emoción de quien lo vea”.

Con el terrible ejemplo de lo que se vive en Apure, es aleccionador comprender que la lucha por cambiar los destinos de Venezuela no se extinguirá por derrotas y fraudes en el contexto electoral; se extinguirá cuando el bien se imponga sobre el mal, y en ese propósito debemos insertarnos todos los venezolanos sin explorar en posiciones políticas ideológicas, sencillamente es lo más conveniente para todos los ciudadanos, es en todo caso lo que deberá unirnos para superar el horror y la crisis actual, debemos comprender que este país nos pertenece a todos.

@jufraga12


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!