La terapia es de pronóstico reservado. El asalto armado a la Embajada de México en el Ecuador, como el bombardeo a las oficinas consulares de Irán en Damasco, son tan graves el uno como el otro. La destrucción de la franja de Gaza por tropas israelíes en su lucha contra el terrorismo está violando algunos de principios fundamentales del derecho internacional; infringe los Acuerdos de Ginebra y sus protocolos y cruza la línea roja trazada por el Estatuto de Roma, al cometer crímenes de lesa humanidad como el no diferenciar los objetivos civiles y militares. Atropella el principio de la proporcionalidad en su respuesta a los ataques terroristas del 7 de octubre pasado, ocasionado más de 32.000 muertes. El bombardeo y la destrucción del edificio consular de Irán en Damasco, la capital de Siria, con la muerte de 13 personas, atenta contra la Convención de Viena Diplomática/61 y Viena sobre Relaciones Consulares/63; igualmente el bombardeo de un convoy humanitario en Gaza, en el cual fueron asesinados 7 trabajadores de una ONG, World Central Kitchen (WCK), quiebran el orden internacional al debilitar sus bases y principio. Lo grave de todo esto es la falta de respuesta a las violaciones del derecho internacional que animan a otros Estados a cometer actos similares.
Las violaciones del orden internacional desde todo punto de vista tienen múltiples efectos y consecuencias, tanto para el Estado infractor como para la comunidad internacional en su conjunto, incluidas las víctimas. En lo que respecta al orden internacional, de inicio la violación del derecho internacional crea un estado de inestabilidad global como han sido las invasiones y anexiones rusas de los territorios de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia; pasando por las tensiones en los últimos días en el mar de China con Taiwán, los ataques de Rusia a Ucrania; los enfrentamientos en el mediterráneo frente a la costa en la franja de Gaza hasta el mar de Arabia en Yemen, hasta las amenazas de Putin de hacer uso de su arsenal nuclear; sin contar esta semana con un hecho insólito. El asalto a la Embajada de México en Quito por fuerzas policiales y militares ecuatorianas, acto sin alguna excusa política o diplomática. Este último hecho implico una flagrante violación a la Inmunidad que gozan las misiones diplomáticas, acordadas en el Art. 22 de la Convención de Viena/61 sobre Relaciones Diplomáticas, que establece: «Los locales de la Misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del Jefe de la Misión”. Este lamentable hecho ha generado el inmediato rechazo de la comunidad internacional y la ruptura de relaciones diplomáticas de México con Ecuador. Vale la pena recordar un suceso similar en la Embajada de Venezuela en Montevideo en 1976, cuando cuerpos represivos de la dictadura secuestraron a la maestra Elena Quinteros..
En este orden, los efectos sobre el Estado infractor le imponen la Responsabilidad Internacional con su respectivo costo al ser considerado el Estado responsable por sus acciones y obligado a reparar el daño causado, siendo susceptible de sanciones, con actos de retorsión que pueden ir desde el embargo comercial, suspensión de la membresía en organizaciones internacionales o ruptura de relaciones como ha sido el caso de México con Ecuador. Otro de los efectos es el daño a la reputación del país y dificultar sus relaciones con otros gobiernos.
En el caso de las víctimas de violaciones del derecho internacional, estas pierden o se les conculcan sus derechos fundamentales como el derecho a la vida, la libertad y la seguridad; el acceso a la justicia al tener dificultades para acceder a ella y obtener la reparación por los daños sufridos, todo lo cual conduce en algunas circunstancias a sufrir daños físicos y psicológicos graves.
Es importante destacar que las violaciones del derecho internacional no siempre tienen consecuencias inmediatas. En algunos casos, los efectos de una violación pueden no ser evidentes hasta muchos años después como es el genocidio de Ruanda con el asesinato sistemático de tutsis por parte del gobierno de Hutu en 1994.
La comunidad internacional tiene la responsabilidad de prevenir y responder a las violaciones del derecho internacional. En la Corte Penal internacional, radican 31 casos, en la Corte Internacional de Justicia 21 casos pendientes y en el Ciadi existen 290 casos por incumplimiento de los compromisos comerciales.
Ante esta tragedia, de forma no conclusiva, es necesario que las instancias internacionales como pudiera ser el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tomen medidas para prevenir las permanentes y reiteradas violaciones al derecho internacional, como:- fortalecer el sistema de derecho internacional y -promover el respeto por los derechos humanos.
En caso de que se produzca una violación del derecho internacional, la comunidad internacional puede tomar diversas acciones para responder, como: -Condenar la violación; -Imponer sanciones al Estado infractor o -Brindar asistencia a las víctimas. Es importante que la comunidad internacional actúe de manera rápida, oportuna, firme y unida para prevenir y responder a las violaciones del derecho internacional. De lo contrario, se vivirá en un mundo de autarquía e impunidad por sus transgresores
El autor de este artículo es presidente del Colegió de Internacionalistas de Venezuela.