Por Dr. Pablo Kaplún Hirsz (a partir de información de Provita y CIDIAT)

Recibimos  en esta  redacción un análisis de la proyectada ley de cooperación internacional[1], el desempolve del proyecto de 2005, si sale adelante será el entierro oficializado de la sociedad civil, ya escrito en la reciente providencia administrativa rechazada por más de 662 organizaciones de muy distintas tendencias y fines[2]. Desde esta columna nos volvemos a aferrar a nuestro principal lema:” yo no estoy de acuerdo con usted pero lucharía por defender su derecho a decirlo” parafraseando a Evelyn Beatrice Hall[3]; pero lo cierto es que no sólo está en juego la libertad de expresión (ya muy amenazada), también está en peligro la libertad de asociación, ambas contenidas desde siglos en las declaraciones de DD.HH. e internacionalmente garantizadas. Eso no se vivió en  los 40 años de la tan cuestionada “Cuarta República”. Ya se dará cabida suficiente a este nuevo reto a enfrentar en futuros artículos, según se vayan presentando las circunstancias; la idea es opinar e informar siguiendo el devenir del ambientalismo venezolano. Sin embargo, parafraseando un “cielito” del grupo uruguayos Los Olimareños y, “pese a quien pese, que la luna llena brille”; en Venezuela, hay ambientalistas haciendo cosas positivas.

Durante un considerable tiempo se llamó a los ecologistas que hacían cosas y no acompañaban la acción de un pronunciamiento sobre las políticas públicas –muchas veces erróneas de las autoridades- les llamábamos despectivamente “comeflores”. El tiempo mostró otra cosa; llamar a Provita con ese mote, sería un gravísimo error; estos amigos fueron compañeros codo a codo de los también amigos de Observatorio Watanib;, gracias a sus esfuerzos hoy contamos con el Atlas “Amazonia Bajo Presión”, realizado por la internacional Red RAISG, ya comentadas ampliamente en esta sección. Las dos ONGs venezolanas antes  mencionadas fueron las responsables por Venezuela de tal fundamental aporte. Hoy, gracias a ellos tenemos un indicador del avance de la minería en la región amazónica de impresionante precisión. Sólo conociendo las dimensiones exactas del desastre podremos mitigarlo.

Luego presentamos otro logro positivo del CIDIAT, sigla archiconocida internacional y nacionalmente por ser modelo de rigurosidad académica  en investigación y formación.  El profesor, Luis Sandia, su director, es un merideño de esos que llevan la caballerosidadcaracterístiica de ese gentilicio de manera innata. Le conozco, es persona solidaria, generosa y amable en extremo…tal vez por eso el CIDIAT todavía suena mucho, a  pesar de que nuestra ULA languidece. Luis, si se expresa en público, dice verdades fundamentadas, pero siempre con una suavidad tal que suenan agradables al oído así anuncien que el cambio climático tendrá efectos desbastadores. ¡Pues sí, una cosa es ser “comeflor”, otra es ser “optimista desenfrenado”!, término este último acuñado en esta  misma columna en un escrito de Alejandro Álvarez.

El guayacán es el árbol emblemático del estado Nueva Esparta

Provita[4] plantará 2.000 ejemplares de guayacán en su Plan de Restauración Ecológica en Macanao

Con el CNP: 21.46, con fecha 4 de mayo. La anuncia que “prevé plantar 2.000 árboles de guayacán (Guaicum officinale L.) hasta 2022 como parte de su Plan de Restauración Ecológica del bosque seco de la península de Macanao (Nueva Esparta), una de las aristas de su Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña (Amazona barbadensis).

“Gracias a las diferentes investigaciones que hemos realizado y luego de una evaluación del bosque seco de Macanao, decidimos incorporar el guayacán dada su importancia para el desarrollo de la cotorra y propiamente del bosque seco, además del valor que reviste para Nueva Esparta, por ser el árbol emblemático de esta región”, afirmó José Manuel Briceño, director para Nueva Esparta de Provita.

Hasta el cierre del año 2020 Provita había plantado en Macanao cerca de 8.000 árboles de especies nativas como el palo sano, cuica, cuchibano, yaque, tarantan, aco negro y entre los cuales se incorporaron los primeros 500 ejemplares de guayacán. El objetivo es contribuir con la restauración ecológica del bosque y matorrales secos de Macanao, degradados por la actividad de minería no metálica y más recientemente la extracción de madera.

Briceño destacó que gracias al conocimiento de las comunidades locales sobre el desenvolvimiento de la fauna en la zona y su interés en colaborar, así como al financiamiento de aliados como Fondation Franklinia, se ha desarrollado el proyecto de restauración ecológica con énfasis en el guayacán.

“Hemos logrado hasta la fecha reproducir 500 guayacanes que hoy crecen en nuestros viveros comunitarios ubicados en Península de Macanao y que próximamente serán llevadas al Área de Conservación Chacaracual. Para el cierre de 2022 tenemos como meta plantar otros 1.500 guayacanes y contribuir de esta manera con la recuperación del bosque seco de Península de Macanao”, precisó.

Briceño detalló que el proyecto además de la reproducción y siembra de árboles, también abarca un importante trabajo social de concientización y formación dentro de las comunidades locales, incorporando a los líderes comunitarios en la generación de conciencia que permita valorar y cuidar la fauna y flora, además de proyectar los valores esenciales que la para subsistencia tiene el bosque seco de Macanao.

Por su parte, Luis Guevara, biólogo y analista de restauración del Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña, explicó que el guayacán es un árbol de porte robusto, de copa frondosa siempre verde que cobija una agradable frescura. Posee hojas de entre 3 a 9 centímetros, flores azuladas y frutos amarillos que contienen semillas negras con una cobertura carnosa de color rojo.

Guevara indicó que actualmente trabajan en experimentos con diferentes técnicas de germinación con el propósito de definir la más apropiada para la planta en las condiciones de Macanao, así como  incorporar estudios con micorrizas como principio fundamental para contribuir con la recuperación de esta especie en la zona, así como propiamente al desarrollo sostenible del ecosistema.

Desde 1989 el Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña se desarrolla en los terrenos del Hato San Francisco-Arenera La Chica en la península de Macanao”[5].

Luego de informar lo aportado por Provita, pasamos a otros optimistas desenfrenados, en este caso de Mérida, como ya mencioné, ahora cito el esfuerzo del CIDIAT (Centro Interamericano de Desarrollo e Investigación Ambiental y Territorial).

Inician intervenciones sostenibles en áreas verdes urbanas de la ciudad de Mérida[6]

“En el marco del Convenio ULA-CIDIAT y CISP (Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos) y como parte del Proyecto Andes en Acción Climática se han venido adelantando intervenciones sostenibles en áreas verdes urbanas de la ciudad de Mérida y en el contexto de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN).

Una de estas acciones es la iniciada en el enlace vial Briceño Ferrigni -área correspondiente al Parque “La Isla”–, donde esta semana se plantaron más de 150 árboles a fin de recuperar un área degradada, invadida por la maleza y la basura, lo que permitirá formar un bosque urbano que atrape carbono, mitigue el cambio climático, genere sombra, propicie un hábitat para la fauna, permita la estabilidad del terreno y ofrezca una revalorización paisajística y ambiental para la ciudad.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo de distintos viveros de la ciudad (Forestal-ULA, Jardín Botánico, CONARE, “Misión Árbol”, Parque zoológico “Chorros de Milla”), instituciones como Corpoandes, Ministerio de Ecosocialismo, Alcaldía del Libertador y las comunidades cercanas, quienes se comprometen a resguardar el área y cuidar los árboles y especies plantadas para estabilizar taludes.

Una experiencia ambiental apoyada por la Unión Europea y de concertación entre ULA-CIDIAT, ONG, instituciones públicas y comunidades que se espera pueda replicarse de forma voluntaria en varios sectores de la ciudad”.

 


[1] https://cronica.uno/entra-a-primera-discusion-ley-de-cooperacion-internacional-en-medio-de-nueva-ola-de-hostilidad-contra-las-ong/

[2] https://ifex.org/es/organizaciones-de-la-sociedad-civil-declaran-su-rechazo-rotundo-y-exigen-la-derogacion-de-la-nueva-providencia-de-registro-por-terrorismo-y-otros-delitos-en-venezuela/

[3] https://www.culturamas.es/2016/02/14/evelyn-beatrice-hall-y-la-frase-de-voltaire/#:~:text=Muy%20pocos%20saben%20que%20la,las%20creencias%20del%20fil%C3%B3sofo%20franc%C3%A9s.

[4] Provita Es una asociación civil sin fines de lucro, fundada en febrero de 1987. Busca combatir la pérdida de la biodiversidad de Venezuela, y demostrar que el desarrollo del ser humano es compatible con la conservación de la naturaleza. En casi 3 décadas, han ejecutado cientos de proyectos que van desde la recuperación de especies amenazadas emblemáticas, hasta ensayos de alternativas de desarrollo para comunidades rurales e indígenas. http://www.provita.org.ve

[5] Fuente: https://www.provita.org.ve/noticias/provita-plantara-2-000-ejemplares-de-guayacan-en-su-plan-de-restauracion-ecologica-en-macanao

[6] Fuente: Información aportada por el Prof. Geóg. Luis Sandia.  http://meridanoticia.com/inician-intervenciones-sostenibles-en-areas-verdes-urbanas-de-la-ciudad-de-merida


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