Si le preocupa los horarios de consumo mediático de sus hijos, es porque posiblemente estén haciendo vamping.

El vamping es un neoanglicismo que combina como términos: vampire (vampiro) y texting (envío de mensajes). Se refiere al sacrificio de las horas asignadas al descanso en beneficio de espacios adicionales para actividades como el consumo mediático en redes, jugar en línea, para las comunicaciones a través de teléfonos, tabletas o computadoras personales o hasta para evitar el miedo a quedar por fuera de cualquier grupo social; esto último es conocido como fear of missing out (FOMO). Son fenómenos que aparecen en aquellas familias que no tienen políticas de consumo digital o controles parentales efectivos.

El vamping es un problema de salud pública poco conocido. La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (https://aasm.org), recomienda que los niños de 6 a 12 años de edad deben descansar de 9 a 12 horas diarias, mientras que los adolescentes de 13 a 18 años deben dormir de 8 a 10 horas diarias, esto con el fin de evitar riesgos de salud por falta de sueño. Sin embargo, el Informe de salud mental de niños desarrollado por los investigadores Kimball, y Cohen (2019), del Child Mind Institute, indica que “60% de los adolescentes miran sus teléfonos en la última hora antes de dormir y, en promedio, duermen una hora menos que sus compañeros que no usan teléfonos antes de acostarse”.

Muchas son las consecuencias negativas del vamping. El efecto sobre el desempeño o los efectos sobre la visión por el abuso digital son solo dos de los más importantes. El portal de la Mayo Medical School (2021) indica que “no dormir lo suficiente con regularidad puede tener consecuencias para la salud. Los adolescentes cansados pueden tener dificultades para concentrarse y aprender. Dormir muy poco puede contribuir a problemas de comportamiento, mal humor e irritabilidad. Un déficit de sueño también aumenta el riesgo de accidentes, lesiones, presión arterial alta, obesidad, diabetes y depresión. También está relacionado con un mayor riesgo de autolesiones, pensamientos suicidas e intentos de suicidio”.

La mayoría de las redes sociales están diseñadas para que su consumo sea infinito. Toneladas de historias o de posts están a la disposición. Como hemos mencionado anteriormente, son chupetas digitales que buscan permanentemente alargar la permanencia de las audiencias.

La experta en terapia infanto-juvenil Patricia Seoane ofrece un resumen de consejos que las  familias deben considerar, a fin de evitar este tipo de prácticas negativas para el desarrollo de nuestros hijos. Entre ellas se encuentran:

  • Controlar el uso de dispositivos. Pactar una hora de apagado, usar programas que los apaguen, quitar el wifi del domicilio a partir de la hora de dormir (lo recomendable son 2 horas antes de conciliar el sueño).
  • No dormir con aparatos electrónicos. Dejarlos fuera de las zonas de descanso. Se pueden poner bases de carga en zonas comunes, como la cocina y el salón.
  • Establecer rutinas claras compartidas para irse a dormir. Cenar, ver una serie juntos, lavarse los dientes y leer algo de manera relajada.
  • Predicar con el ejemplo. Que vean que los adultos somos un modelo de control y que nuestros dispositivos quedan también en los lugares comunes.
  • Explicar las consecuencias del vamping. Razonar con ellos para que tengan un mayor control sobre la exposición a las pantallas en horario nocturno. Se sugiere no llegar a prohibir.
  • Introducir educación sobre este tema en la escuela con la implicación de toda la comunidad.
  • Crear rutinas sobre dispositivos desde la infancia. Así será más fácil el control en la época adolescente.

No obstante, es importante añadir que el vamping no es solo un problema adolescente. El neurofisiólogo español Javier Albares (2020), especializado en medicina del sueño, indica que el vamping empezó siendo una práctica habitual en los adolescentes, pero que se ha ido extendiendo a diversas edades.

Las redes sociales, los videojuegos u otros contactos digitales solo pueden ser considerados buenos siempre que el contenido sea correcto y su uso adecuado. Se impone la educación en medios para el sano desarrollo de la juventud.

La educación en medios o educomunicación debe ser considerada con prontitud, como una materia obligatoria y necesaria en los subsistemas educativos de nuestro país.

Referencias

Albares, Javier. (30 de septiembre de 2020). Vamping. CIS Flex. https://www.flex.es/CISflex/vamping/

Díaz Seoane, Patricia. (19 de octubre de 2021). El vamping. Betania Centro de Psicología. https://betaniapsicologia.com/2021/10/el-vamping.html

Kimball, H. & Cohen, Y. (2019). Children’s Mental Health Report: Social Media, Gaming and Mental Health. New York: Child Mind Institute.

Mayo Clinic. (14 de diciembre de 2021). La salud de adolescentes y preadolescentes. https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/tween-and-teen-health/in-depth/teens-health/art-20046157


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