A la prensa que alguna vez conocimos hay que dejarla descansar en paz, la televisión tradicional parece ir por el mismo camino. Sus viudos y viudas, así como una parte pequeña de sus audiencias se aferran a medios cuyas audiencias migraron, convirtiéndolos en esos pequeños pueblos de pocos habitantes que se resisten a abandonar. Los indicadores de circulación de la prensa escrita muestran que es un negocio inviable. El costo variable de impresión de cada ejemplar, sumado a las devoluciones, no son compensados por los ingresos publicitarios que agencias y anunciantes desisten de invertir en medios sin audiencia. Al final del camino ese malvado costo por mil, o costo por punto de rating no logra motivarlos.

Cham y Meubourn ofrecen su estrategia de océanos azules, para hacer ver a empresarios en sectores envejecidos, o demasiados maduros, la necesidad de voltear sus ojos hacia territorios inexplotados. Ambos autores diferencian los negocios en océanos rojos que deben competir por escasos ingresos mejorando calidad, bajando precios o articulando convenios, que en nada favorecen a sus industrias. Por otro lado se encuentran las empresas que han sabido identificar océanos azules inexplotados, en ella mencionan al Cirque du Soleil, que a pesar de buscar a las audiencias de los circos no compite con ellos, en el mismo caso pueden estar las líneas aéreas de bajo costo, o miles otros desarrollos empresariales que han nacido de la creatividad.

La migración a digital no es la única solución, la prensa debe entender que no está en el negocio de vender periódicos sino en el de la información. Cuentan con uno de los aspectos más importantes como lo es la marca y la credibilidad, pero se expandió la competencia hacia los demás medios que buscan audiencias apelando a contenidos.

En esa búsqueda el elemento clave es el conocimiento de las audiencias, la no linealidad de consumo, el consumo multiplataforma, la interacción con los contenidos, la inmediatez pero igualmente la mejor apetencia que tiene el sector audiovisual para el consumo noticioso o de otro carácter que estaba reservado antes para la prensa escrita. Mutar a  digital es entonces necesario, pero la identificación de desarrollo de nuevos proyectos como los audiovisuales, lo es todavía más.

Lo cierto es que el paradigma que indicaba que un nuevo medio no asesinaba al anterior desapareció con el Internet, esta tecnología lo que hizo fue poner a todos los medios a nadar en la misma piscina, la de las audiencias estratificadas.


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