Kurt Jooss

 

Las primeras presencias de la danza alemana en Venezuela, a partir de los iniciales años cuarenta del siglo XX, traerían a la larga la configuración de una resonante escuela expresionista en el país que alcanzó características propias.

80 años se cumplen de las actuaciones de los Ballets Jooss en el Teatro Municipal de Caracas, como parte de una gira suramericana emprendida por la influyente y determinante compañía germana. Dentro del repertorio ofrecido se representó la obra La mesa verde (1932, música original de Fritz Cohen), contundente alegato antibelicista del expresionismo escénico creado por la figura fundacional de Kurt Jooss, durante el período intermedio entre las dos guerras mundiales.

La bailarina rusa Lidija Kocers –luego conocida  en Venezuela como Lidija Franklin- integrante del elenco, refirió al bailarín venezolano Fernando Suels a principios de los años noventa sus recuerdos sobre su trabajo con Jooss, así como sus concepciones estéticas y sus métodos de creación:

“Su sistema estaba dirigido a expresar una emoción a través del movimiento. Sus bailarines tenían que actuar sin hablar, decir a través de su cuerpo, expresar pensamientos. El movimiento nunca se originaba de la belleza de la línea o del diseño coreográfico”.

Harald Kreutzberg

Una segunda presencia de la danza alemana en Venezuela tuvo lugar en 1959 con las actuaciones en el Teatro Nacional del notable bailarín y mimo, coreógrafo y maestro Harald Kreutzberg, discípulo destacado de Mary Wigman, precursora de la danza expresionista alemana, oportunidad en la que fue acompañado por el pianista Friedrich Wilckens.

A partir de los años setenta las visitas de creadores y agrupaciones germanas al país aumentaron su frecuencia. El Tanzforum de Colonia actuó en el Teatro Municipal de Caracas donde, entre otras obras, escenificó La mesa verde de Kurt Jooss. El bailarín venezolano Carlos Orta integraba esta agrupación como bailarín y coreógrafo.

En 1980 Pina Bausch, la célebre creadora del tanztheater, en los momentos de ascenso de su carrera artística actuó con su compañía en el Teatro Nacional. Los ahora icónicos títulos La consagración de la primavera (1975) y Café Muller (1976), fueron vistos por un numeroso y excitado auditorio.

Pina Bausch

Dos años después, Susanne Linke -junto a Bausch y Reinhild Hoffman integrante de la tríada promotora de las nuevas concepciones del expresionismo en la danza- actuó junto a su conjunto también en el teatro de la esquina de Cipreses. No todos podemos ser cisnes (1982) y su afamado Ballet de mujeres (1981), revelaron el mundo de íntima de feminidad de Linke. Tiempo después, el grupo Danza Universitaria de Costa Rica, país con el que Linke mantenía estrechos programas de cooperación, presentó esta última creación en el teatro de la Asociación Cultural Humboldt.

En el ámbito de la nueva danza alemana, el Festival de Jóvenes Coreógrafos ofreció en 1993 un programa del que participó el creador Rainer Bher, vinculado con  la Folkwang Tanz de la ciudad de Essen. En la Sala Juana Sujo de la Casa del Artista compartió escena y experiencias con sus pares venezolanos.

Al mencionar a la Folkwang Tanz resulta necesario enfatizar en la relación existente entre un resaltante número de artistas de la danza venezolanos con esta prestigiosa casa de estudios: Carlos Orta, Arnaldo Álvarez, Claudia Capriles, Leyson Ponce y Fernando Suels quien se integraría a la compañía de Pina Bausch, entre ellos. Igualmente, procedentes de esta escuela impartieron clases en el Instituto Superior de Danza de Caracas los maestros internacionales Dominique Mercy, bailarín principal del Wuppertal Tanztheater dirigido por Pina Bausch, y Brian Bertscher, maestro especialista en danza académica.

Susanne Linke

Igualmente significativo ha sido el desarrollo en Venezuela de una escuela de danza expresionista inspirada en sus postulados originarios universales, desarrollada localmente con un claro sentido de identidad, que tiene como representantes fundamentales a los creadores Julie Barnsley, Luis Viana, Lídice Abreu, Leyson Ponce y Miguel Issa.

Entre las legendarias actuaciones del Ballet Jooss y la revelación que representó la imagen austera y conmovedora de Pina Bausch, hasta las acciones expansivas de los proyectos nacionales de Acción Colectiva (Aktion Kolectiva) y Dramo, se pueden valorar los aportes resultantes de los acercamientos entre la danza alemana y venezolana.


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