“Convencido de que el cambio va mucho más allá que un cambio político, es algo más profundo. Tiene que haber un cambio de mentalidad del venezolano. El cambio y la resurrección de nuestro país no lo puede lograr nadie en este mundo, sino solo Dios: es el único que tiene el poder para transformar y levantar esta nación. La salida favorable para Venezuela es volvernos a Dios, reconocer a Jesús como único Señor de nuestro país, y así, solo así,  veremos verdaderos cambios en la Venezuela que tanto amamos”. (a)

Los resultados de las  investigaciones por parte del neurocientífico y biólogo celular Lipton H. Bruce, plasmadas recurrentemente en diferentes publicaciones, como lo representan por ejemplo La biología de la creencia (2021) y La biología de la transformación (2010), señalan una estrecha conjunción y correspondencia entre la ciencia, la educación y el espíritu, enfatizando el hecho cierto y demostrado según los postulados de la física cuántica, que el universo en su totalidad está hecho de energía y no de materia, conceptualizándola incluso como un campo, es decir, conformada por fuerzas invisibles en continuo movimiento que inciden notablemente en el mundo físico, es decir la esencia misma de la visión que se tiene acerca del espíritu (RAE, 2022):

“Ser inmaterial y dotado de razón. Principio generador, carácter íntimo, esencia o sustancia de algo. Vigor natural y virtud que alienta y fortifica el cuerpo para obrar. Ánimo, valor, aliento, brío, fuerza, esfuerzo”. Es decir,  que trasciende e influye sobre el ámbito físico del ser humano, además “que viene desde adentro, en una especie de fuerza interna” (Palacio, 2015)

En la realidad tridimensional e incluso bajo un enfoque de cuarta dimensión (tiempo-espacio), nuestros  sentidos interactúan estricta y exclusivamente con la materia, es decir con las cosas que nos rodean. Al enfocarnos netamente en los sentidos, podemos asumir una postura determinista, ajustable ésta, a la corriente de pensamiento que guarda afinidad con el materialismo, que en resumidas cuentas integra el paradigma de considerar a todo lo que existe en términos de la materia: fuera de ella no existiría más nada. A tal efecto Hobbes (1651, p.81) formula: “El universo es corpóreo. Todo lo que es real es material, y lo que no es material no es real”

De tal manera, que si lo que se recibe o capta del exterior a la persona se fundamenta en la materialidad y los criterios terrenales, por supuesto que el pensamiento se nutre de tales fundamentos y con ellos se impulsan los actos y procederes de las personas. Así que por ejemplo, la vigencia de la ideología  económica de Mahatma Gandhi (1869-1948), basada netamente en principios espirituales, cobra mayor relevancia cuando se logra reconocer que el pensamiento que se acumula y habita en la mente humana, se forma gracias a la interacción continua con el mundo exterior: impregnado de materialismo y todo lo que implica:

“Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos porque se harán costumbres. Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino, y tu destino será tu vida”.

Téngase presente que la vida material se logra comprender a cabalidad cuando se entiende el significado de lo económico, y la influencia extrema que ejerce el ego materialista en la búsqueda incesante de alcanzar, o el miedo a perder el poder, la fama, el dinero, la riqueza, los bienes materiales y la satisfacción de deseos  de todo tipo (Alonso, 2018). Es decir: “No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que determina su conciencia” (Marx, 1859, p. 5). Pero tampoco se  puede entender la vida espiritual,  si se desconoce la vida interior consustanciada con la integración mente subconsciente y corazón (Murphy, 1963).

Ante este escenario, el ser humano en términos generales desconoce o se niega aceptar, que ese conjunto de conmociones somáticas asociadas con alteraciones desfavorables a la paz interior, tranquilidad humana o equilibrio mente-espíritu-cuerpo,  segregan en exceso sustancias como la adrenalina, el cortisol, la mixtalina, dopamina, etc., que a la luz de los hechos y verificación científica fundamentada por la psiconeuroinmunología, impactan dañosa o nocivamente la correlación orgánica entre los sistemas nervioso central, endocrino e inmunitario. (Ayala, 2009)

En contracara, los hallazgos científicos señalan en la actualidad que el cerebro suele acatar las reacciones, acciones u órdenes del corazón, lo que determina, según la neurocardiología, que el corazón es otro cerebro con absoluta inteligencia independiente. Este tiene la capacidad de comunicarse con el subconsciente de forma directa. En el corazón hay 40.000 neuronas, hay 1.300 conexiones bioquímicas (Ojeda & González, 2016). Por tanto, el pensamiento netamente positivo fundado en la espiritualidad, puede transformar favorablemente la bioquímica del cuerpo entero.

Atmósfera espiritual

“Para los devotos nunca ha habido ninguna duda, la oración tiene el poder de curar. Un cuerpo impresionante de investigaciones científicas médicas lo están demostrando de manera concluyente. La creencia en Dios y la oración es realmente buena para la calidad de vida de la persona. La puede hacer más saludable, más feliz, recuperarse más rápidamente cuando se enferma y que la persona viva por más tiempo. También los estudios demuestran  el poder de la oración que otros hacen por nosotros: a través de la  oración de intercesión.

Investigadores científicos como el doctor Valerie Slezin en sus hallazgos acerca de la eficacia de la oración, “efficacy of prayer”, ha descubierto que ella, “no solo regula los procesos en el organismo humano, sino que también restaura las estructuras dañadas”. Veamos entonces el mecanismo como opera:

Hasta ahora la ciencia conocía dos estados principales del cerebro: vigilia (cuando estamos despiertos) y los sueños. Pero los experimentos del doctor  Slezin descubrieron otro que puede ser llamado estado de oración mientras se está despierto. El profesor Slezin midió la fuerza de la oración. Grabó electroencefalogramas de monjes rezando, y pudo detectar el fenómeno inusual de la completa desconexión de su corteza cerebral.

En esta situación la corteza cerebral está desconectada y la percepción de la información de la persona están pasando por alto los procesos de pensamiento y análisis. Esto se demuestra a través del electroencefalograma. Cuando una persona esta despierta en situación de vigilia, la corteza cerebral genera ritmos biológicos alfa y beta con corriente de velocidades que oscilan entre 8 y 30 Hertz, pero cuando las personas se sumergen en el éxtasis de la oración, el ritmo se desacelera a una frecuencia de 3 Hertz.

Estos ritmos lentos son llamados ritmos delta, y se observan en los bebés de tres o cuatro meses cuando están cerca de su madre con absoluta seguridad. Pero a medida que una persona crece la sensación de seguridad desaparece, aumenta la actividad cerebral y el ritmo de las corrientes eléctricas cerebrales se vuelve más rápidas, y bajan solo durante el sueño profundo, y durante una oración tal cual lo demostró el científico. Es decir, que las personas se convierten literalmente como bebes al orar, por eso no es extraño que el Evangelio diga que seamos como niños si queremos salvarnos: “Yo os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como niños no entrareis en el reino de los cielos (Mateo 18:3).

Entonces de este modo, la curación física, moral, psicológica y espiritual es posible en ese momento, porque durante la oración se rompen las conexiones anormales entre las neuronas,  la persona se relaja, deja de pensar acerca de la enfermedad, y lo más importante se deshace del miedo a la enfermedad. Y todo esto hace que la oración evite en gran medida que la gente se enferme, y que cuando se enfermen se recuperen más rápido.

La oración fiel alivia las fobias y con ello aumenta la inmunidad. Las personas que son más religiosas-espirituales, y oran más, tienen mejor salud mental y física. En general se las arreglan mejor con el estrés, experimentan un mayor bienestar, porque tienen más esperanza, son más optimistas, experimentan menos depresión y ansiedad. Tienen un sistema inmunológico más fuerte, menor presión sanguínea y el funcionamiento cardiovascular mejora. Y todo esto es demostrado con estadísticas de las investigaciones científicas medicas acerca del poder de la oración” (Foro de la Virgen, 2021)

Nota: (a) Sondeo de opinión (en función de una sola pregunta) en una muestra significativa de la comunidad universitaria (UNET), con el objetivo de conocer de manera aproximada lo que siente y expresa el venezolano con relación al evento cívico, pacífico y democrático  conocido con el nombre de “Toma de Caracas”: realizado el 01-09-2016. Fecha de consulta: 02-09-2016. Pregunta: ¿Cómo amaneció Venezuela después del 1S?

Artículos anteriores relacionados:

Morales, P. (2023). Dedicado a la Universidad: 1974-2023. El Nacional. 26-02-2023

Morales, P. (2023). Ateísmo de Estado. El Nacional. Fecha: 19-02-2023

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2023.      Pedro Morales. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET)

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