Así se intitula el libro de José Obdulio Gaviria, de 2006, en mi opinión lo mejor que se ha escrito sobre el programa político de Uribe y del cual haré una lectura selectiva de sus aspectos más importantes, para terminar con unas breves reflexiones sobre sus implicaciones para la actualidad política colombiana.

Desde la primera página José Obdulio es explícito “este libro tiene una intención evidente, servir como manual para formar un gran ejército de publicistas de la doctrina que ilumina la acción del presidente Uribe”, ceo que lo logró a la perfección es un excelente manual.

Desde el inicio se deja ver el eje fundamental del programa de Uribe:” Definió la seguridad como eje de la función estatal, prerrequisito para la justicia y la erradicación de la pobreza”. Uribe claramente se define como capitalista con sentido social.

“Tenemos en Uribe a un buen guía, a un líder con pulso firme, con entereza valor, capacidad de sacrificio e inteligencia para guiar a su nación por el camino indicado”. Vaya qué diferencia con sus sucesores, Santos la antítesis de él, quien guió a la nación por el sendero de la entrega del país al narcoterrorismo comunista y Duque sin ningún liderazgo y que continúa el sendero marcado por JMS.

El legado dejado por Uribe es nítido: “Uribe ha insistido que los gobiernos y los partidos deben ser expresión de estas cinco variables: transparencia, seguridad, respeto a las libertades públicas, cohesión social y acatamiento a las instituciones”. He aquí una síntesis brillante de lo que debe ser una democracia moderna.

“Uribe define la acción de los grupos violentos como terrorismo y no como acción de beligerancia en un conflicto político armado”. Qué gran lástima que e haya perdido esta clara noción y ahora se les trata a esos terroristas como “héroes de la Patria” y se cogobierna con ellos, dándoles impunidad, elegibilidad y permitiéndosele continuar siendo el más grande cartel de coca del mundo.

Continua José Obdulio delineando lo que es la Seguridad Democrática: “La Seguridad Democrática, al garantizar el monopolio de la fuerza por el Estado y mediante la presencia benéfica de la Fuerza Pública en todos los municipios y corregimientos de Colombia, logra la vigencia del Estado de derecho y el disfrute de la libertad”. Al Santos y Duque abandonar la política de Seguridad Democrática anularon el Estado de derecho y aniquilaron la libertad, vivimos en la dictadura del farcsantismo.

“La seguridad es prerrequisito para una economía exitosa; y una economía exitosa es condición para que el pueblo disfrute de los beneficios de la modernidad”. El abandono de la Seguridad Democrática es la causa del desastre socio-económico que vivimos, en comparación con el buen estado de la economía de la época Uribe.

La doctrina de la Seguridad Democrática se puede sintetizar en los siguientes puntos, magistralmente explicados por José Obdulio:

  1. El fin esencial del Estado es asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.
  2. Las autoridades estatales están instituidas para proteger a todas las personas en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades.
  3. Sin seguridad no hay condiciones para la inversión.
  4. Del imperio de la ley depende el desarrollo y la prosperidad económica, porque sin seguridad no hay inversión, ni ahorro, ni creación de nuevos empleos.
  5. Los hombres se han unido voluntariamente en sociedad política para vivir también en ella felices, o lo menos desdichados que lo permitan la condición humana.
  6. Si no está asegurada la reacción coercitiva pronta y efectiva del Estado, ¿de qué derechos podremos gozar?
  7. Seguridad ciudadana y libertad individual son dos caras de la misma moneda. Son dos expresiones de la vigencia del Estado de derecho.
  8. Solo cuando el Estado castiga implacablemente el crimen hay plenas garantías para ejercer la oposición y la crítica.
  9. Cuando hay un Estado constituido institucionalmente para garantizar el ejercicio pleno de la democracia no se puede admitir la legitimidad de la oposición armada.
  10. La antípoda de la política democrática es el terrorismo, que pretende imponer por la violencia su voluntad sobre los otros, al costo de la vida de miles de civiles.

Esta apretada síntesis, explica el porqué del éxito de la plataforma política de Uribe y el fracaso rotundo de sus sucesores: se pasó de un régimen de Estado de derecho que garantizaba la seguridad de sus ciudadanos, a un régimen donde los terroristas imponen su ley, ya ni siquiera a través de la violencia, sino siendo reconocidos como una fuerza política democrática legal, estableciendo sus condiciones en el hilo constitucional y cogobernando el país ¡qué calamidad¡

Queda pues claro las bases de la defensa del Uribe presidente, debemos continuar en la tarea de  formar un gran ejército de publicistas de la doctrina que ilumina la acción del presidente Uribe, ahora no como presidente sino como egregio líder de la democracia, al cual el sorismo y el comunismo quieren eliminar política y moral mente, y cuidado si se atreven a hacerlo también físicamente, el farcsantismo no tiene límites en su acción malvada.

Bien haría José Obdulio en actualizar su manual de activismo político uribista en un nuevo libro que explique la ofensiva jurídica del narcoterrorismo comunista contra la democracia representada en la figura del presidente Uribe, describir las nuevas modalidades de combinación de todas las formas de lucha del farcsantismo y definir las líneas de acción para la reconstrucción de la política de Seguridad Democrática, base de la nueva institucionalidad democrática legal y legítima. Base fundamental de esto es la constitución de un liderazgo firme y claro, como lo fue el de Uribe como presidente. No podemos seguir bajo el mando de figuras perversas (Santos) o timoratas (Duque). ¡Ánimo José Obdulio, se hace el camino al andar¡


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