Hace dos años el gobierno de Nicolás Maduro instrumentó una reforma monetaria. El objetivo era digno de una película de princesas de Disney: acabar con la hiperinflación. Al parecer, el origen de la hiperinflación en Venezuela eran los billetes, por lo que, al cambiarlos la tasa de variación de los precios disminuiría de manera importante y se acabaría ese problema. Poco importaba que en 100% de las hiperinflaciones ocurridas antes de la venezolana, el control del déficit fiscal había sido siempre el elemento central del programa antiinflacionario (y que el financiamiento monetario de ese déficit la gasolina para el incremento de los precios).

“Increíblemente”, el descenso no ocurrió, muy por el contrario, las tasas de inflación mensuales aumentaron de manera importante. Si revisamos la inflación promedio mensual de los 6 meses anteriores a la reforma monetaria, nos encontramos con un 75,3%, pero si hacemos lo mismo con los 6 meses siguientes, tenemos 121,7%. Entonces, los hacedores de política económica venezolanos aprendieron la lección: cambiar los billetes no incide en la lucha contra la inflación, al parecer hay que hacer varias cosas (también aprenderían que eliminar la hiperinflación puede tomar años si la gestión fiscal no se ajusta).

¿Trajo algo bueno la reforma monetaria? Recordemos que Venezuela por esos días, motivado a la elevada inflación acumulada desde la reforma monetaria del año 2008, padecía un colapso en sus medios de pago, la cantidad de ceros en los precios de los bienes y servicios generaban enormes problemas a la hora de pagar. Ciertamente, la reducción de cinco ceros en la moneda generó un alivio a la hora de cancelar. Y también algunas piezas nuevas para los coleccionistas de billetes y monedas.

Dos años después la situación no ha cambiado mucho, si bien es cierto la inflación mensual ya no llega a 100% (al menos por los momentos), el país sigue en hiperinflación y en depresión. Nuestro episodio hiperinflacionario ya tiene asegurado el segundo lugar entre las más duraderas de la historia.

¿De cuánto ha sido la inflación acumulada en estos dos años? Según la data del BCV hasta mayo de 2020 y tomando la data de la AN de junio y julio tendríamos una inflación acumulada de 1.327.294%.

La buena noticia es que todo parece indicar que no debemos preocuparnos de volver a ver una reforma monetaria. El actual proceso de dolarización transaccional que ocurre en el país parece no tener vuelta atrás. Será muy complicado que los venezolanos dejen de pensar en divisas a la hora de ponerle precio a los bienes y servicios que quieren comercializar. Eso es tal vez otra cosa que al final trajo la reforma monetaria, el empujón final para que la dolarización fuera permitida por el Estado, tirando la toalla en la defensa de la moneda nacional.


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