Con la ocurrencia de las primarias en 36 días, el ya muy cercano domingo 22 de octubre, al escoger el abanderado en las elecciones presidenciales de Venezuela en 2024, estaremos dando un paso gigante en el avance de la superación de la genocida dictadura que sigue torturando a la familia venezolana. El estudiante John Álvarez es una más de las recientes y dolorosas pruebas de ello.

La Comisión Nacional de Primaria, aun en medio de la criminal amenaza de las estructuras de la represión del sistema cubanocastrista y narcocomunista que instaló al fantoche de Maduro en Miraflores, ha adelantado satisfactoriamente la preparación del evento, desde las propias bases de la nación venezolana.

A estos pocos días, todos sabemos que el pueblo venezolano asumió nuevamente reactivarse en la lucha por sus derechos a la libertad y a la democracia; la ley respetando la virtud y honor. ¡Las primarias van por mandato de la soberanía popular!

Recae hoy, también nuevamente, a los miembros de la Fuerza Armada venezolana la responsabilidad de sopesar si se prestarán para amparar a grupos irregulares sembradores de violencia, o si por el contrario toman el camino correcto, valiente e institucional de mantener el orden interno del territorio patrio que le asigna la Constitución Nacional.

Se desprenden, como indispensables, vistas las contradicciones que la presente estrategia electoral de primarias de la alternativa democrática le está ocasionando al centro gravitatorio de la dictadura, el acometer certeras acciones políticas hacia y desde todas las instancias de la sociedad (iglesias, sindicatos, gremios, estudiantes, asociaciones profesionales, benéficas, clubes culturales, fundaciones y un largo etc).

Toda Venezuela debe manifestarse cívicamente en la exigencia a la Fuerza Armada Nacional para que respete y haga respetar el gran acto cívico del domingo 22 de octubre. En él, la abrumadora mayoría de la familia venezolana decidirá su suerte. Así con los candidatos y sus partidos, junto a los movimientos independientes que apoyan la salida pacífica del actual atolladero; que es decir la salida mediante unas cabales elecciones presidenciales y un acuerdo de transición democrática para la superación del desastre actual de anomia y emigración desesperada de ciento s de miles de ciudadanos. Los que realmente son leales a la causa venezolanista y democrática, de cualquier signo partidista o político, deben demostrarlo ahora más que nunca, en lo atinente al refuerzo de lo organizativo, de lo participativo y de tomar las precauciones respecto del entorno del evento electoral en cuanto a locales destinados a realizar la jornadas de votación, material electoral, y en general todas las previsiones que incluyen a los cientos de miembros de mesas para garantizarse el cómo llegar seguros y a tiempo a los sitios de realización de las votaciones, al igual que los propios electores.

Los ojos de cientos de mandatarios de países, a los que ya debemos estar llamándoles, escribiéndoles, y pidiendoles su acompañamiento a través de embajadas y organismos internacionales para que estén presentes en esta hora decisiva de Venezuela. La defensa continental y mundial de la libertad, la democracia y los derechos humanos nos toca a todos los americanos en primer lugar, y a los ciudadanos del mundo en general. ¡Debe pedírseles que estén todos muy pero que muy alertas! Pendientes cada día de lo que ocurra, desde ya y en las próximas semanas. Cuando sólo faltan cuatro fines de semana para tal expresión de ciudadanía civilizada en nuestra patria libertadora, éste es el momento de darle apoyo decidido al pueblo venezolano.

Es nuestra obligación “moral y cívica” declararnos en movilización general ciudadana, dentro y fuera del país. Que cada madre, cada padre, abuela, abuelo, jóvenes mujeres y hombres de Venezuela nos encarguemos de un deber específico a cumplir, dentro de este proceso de salvación de Venezuela.

Para la conquista en el presente de la posibilidad real de futuro para nuestros hijos, lográndoles un ambiente digno para la vida y su desarrollo integral con alimentación, salud, educación y cultura moral y cívica, este es el momento. Todos a la orden de la concreción y realización de las primarias, bajo la autoridad y coordinación ciudadana de la Comisión Nacional de Primaria de Venezuela.

Dentro de 36 días, con la designación de la persona que liderará de nuestra parte, con su candidatura presidencial y la legitimidad de origen el proceso de negociación y acuerdos para la correcta realización de tales elecciones presidenciales en 2024, se iniciará una nueva etapa para la recuperación de la libertad y la democracia para todos los venezolanos. Será, sin lugar a dudas, una apasionante y apasionada búsqueda del nuevo camino para tal logro de reconstrucción total de Venezuela.

[email protected]/@gonzalezdelcas


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