Cuando uno revisa las cifras de interés relativo en información sobre el coronavirus en Venezuela  a través de la herramienta Google Trends, uno encuentra 4 zonas bien diferenciadas en el tiempo. Una primera zona desde el 19 de enero de 2020 hasta el 23 de enero, en donde el interés relativo de búsquedas del coronavirus pasó de 0 a 53 (el mínimo es 0 y el máximo es 100). Una segunda zona del 23 de enero al 20 de febrero, en donde el interés relativo bajó de 53 a 7. Una tercera zona del 20 de febrero al 27 de febrero en donde el interés relativo volvió a aumentar nuevamente de 7 a 100. Finalmente, una cuarta zona del 27 de febrero  al 29 de febrero (última fecha disponible al momento de la consulta), en donde el interés pasó de 100 a 76. Esta última cifra, definitivamente, es alta. Y es que en la tercera zona, el aumento del interés relativo se debió a noticias sobre casos en Suramérica, lo cual y por supuesto volcó el interés de búsquedas en Venezuela.

Escribo este artículo con base en un resumen de la Unidad de Inteligencia de The Economist (UIE) titulado “Los cinco principales riesgos para la economía global en 2020″ (Top five risks to the global economy in 2020). En tal resumen, ofrecen una instantánea de sus capacidades de cuantificación de riesgos mediante la identificación y evaluación de los cinco riesgos principales para el orden político y económico mundial.

De acuerdo con la UIE, el año 2019 fue difícil para la economía mundial, ya que la incertidumbre geopolítica y la desaceleración de la economía china se combinaron para desencadenar una recesión en la manufactura global. Con un poco de suerte y estímulo monetario, esperaban que el crecimiento global fuera marginalmente más rápido en 2020. Sin embargo, la renovada incertidumbre geopolítica (las tensiones entre Estados Unidos e Irán volvieron a surgir en enero), junto con la aparición de un nuevo coronavirus en China, limitaron de hecho, cualquier repunte en la confianza empresarial y la inversión.

La UIE pronostica que el crecimiento mundial será de 2,9% en 2020, cerca de los mínimos de la década y espera que el crecimiento económico en el mundo desarrollado se desacelere en 2020, impulsado por una moderación en el crecimiento de Estados Unidos. Mientras tanto, la aparición de este nuevo coronavirus en China desacelerará las perspectivas de crecimiento de Asia. En el resto del mundo emergente se espera solo una recuperación modesta, incluso en América Latina, Oriente Medio y África subsahariana.

Los cinco principales riesgos para la economía global en 2020 son: 1) El conflicto entre Estados Unidos e Irán provoca un aumento en los precios mundiales del petróleo; 2) Estalla una guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea; 3) El coronavirus tiene un efecto duradero en la economía global; 4) La carga de la deuda provoca una recesión en los mercados emergentes; y 5) Las protestas de Hong Kong provocan un éxodo del mayor centro financiero de Asia.

En opinión de la UIE, el impacto económico global del brote de coronavirus será más profundo que el del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), un virus similar que se propagó desde China en 2003, debido al papel mucho más importante que China desempeña hoy en la economía global. Sin embargo, casi todo depende de la duración del brote: si es controlado, el gobierno chino levantaría las medidas de cuarentena y la actividad económica se normalizará. La UIE supone que el gobierno chino también implementaría un fuerte estímulo fiscal y monetario para lograr una recuperación de la expansión económica, lo que dará como resultado un repunte del crecimiento en la segunda mitad del año 2020, tanto en China como en todo el mundo.

Para la estimación del impacto económico del coronavirus (2019-nCoV), la UIE  materializó cuatro escenarios. El optimista, con una probabilidad de ocurrencia de 25%, supone que China controla totalmente el brote de coronavirus para finales de febrero 2020. El caso base, con una probabilidad de 50%, supone que China controla el brote a finales de marzo 2020. El pesimista, con una probabilidad de 20%, supone que el brote es controlado a finales de junio de 2020 y finalmente, el cuarto escenario llamado «la pesadilla», con una probabilidad de 5%, supone que el brote no es controlado en 2020. Lo anterior quiere decir que existe una probabilidad de 95% de que el brote de coronavirus sea controlado para mediados de 2020.

También, la firma Morgan Stanley publicó, el lunes 2 de marzo, tres escenarios que evalúan el impacto del coronavirus en la economía de Estados Unidos. Uno ubica la contención del brote a mediados o finales de marzo. Un segundo escenario en el que el brote se extiende hasta junio de 2020 y un tercer escenario en el que el brote permanece hasta septiembre de 2020. En los tres escenarios el PIB previsto para Estados Unidos se debilita e incluso llega a 0% para el primer semestre de 2020.

Ahora bien, este martes 3 de marzo, el banco de la Reserva Federal norteamericana redujo las tasas de interés en medio punto porcentual como respuesta al coronavirus. La Fed argumentó que «los fundamentos de la economía de Estados Unidos siguen siendo fuertes», pero que el coronavirus «plantea riesgos en evolución para la actividad económica». Independientemente de cualquier otro juicio con respecto a la oportunidad (timing), la magnitud y la utilidad de dicha reducción, lo cierto del caso es que la misma constituye la mejor señalización sobre la seriedad de los escenarios anteriormente planteados.


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