Esta semana es el aniversario 75º del lanzamiento de los ataques nucleares al Imperio del Japón durante la II Guerra Mundial en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945, son varias las lecciones políticas y económicas que se pueden resaltar durante estos años que sirven de guía a potencias nucleares y países desafiantes de las potencias nucleares. Es importante acotar que la rendición de Japón evitó un tercer ataque nuclear para el 17 de septiembre y 6 ataques nucleares más que estaban programados para septiembre y octubre.

En principio, se debe señalar que tuvo el efecto deseado de demostrar a las autoridades militares japonesas la capacidad de destruir el país sin necesidad de invadirlo, pues los cálculos para la conquista del Japón por una invasión convencional como la ocurrida el día “D” (4 de junio 1944), implicaba unos enormes costos humanos y materiales que los estadounidenses no estaban dispuestos a pagar como si lo estaban los japoneses. El plan propuesto (Operación Downfall) calculaba 3 años de guerra después de una invasión masiva en noviembre de 1945 y abril de 1946 con 2,5 millones de soldados para el asalto y 4,5 millones de soldados para la ocupación, enfrentando una población fanatizada de 55 millones de habitantes, de los cuales 26 millones se consideraban posibles combatientes, por lo cual no es exagerado decir que los costos económicos de una “guerra a muerte” hubiesen sido muy grandes, tal como los estadounidenses reconocieron en la invasión de las islas de Iwo Jima y Okinawa.

Esta lección es de carácter económico, ya que un país nuclear que está comprometido militarmente en una guerra total es muy difícil que no apele a su armamento nuclear a sabiendas de que puede perder militarmente, si no puede sostener convencionalmente sus esfuerzos.

Este es el panorama que se asoma entre Israel y la República Islámica de Irán, que puede precipitar un ataque nuclear a las instalaciones atómicas iraníes ante la creciente depuración de que Irán obtenga armamento nuclear para barrer las ciudades israelíes ya bajo el alcance de sus misiles desde el Líbano y Siria, situación que también aterroriza a Arabia Saudi, por las mismas razones.

De la misma forma la República Popular Democrática de Corea, comúnmente denominada Corea del Norte, tiene el mismo poder de aterrorizar a sus enemigos Japón y Corea del Sur, a los que no podría enfrentar militarmente por medios convencionales, excepto con la utilización de armas atómicas, lo cual implicaría una respuesta militar estadounidense de carácter atómico, lo cual pareciera contener la situación.

Más delicada, es la situación entre la India y Pakistán, que si disponen de recursos humanos y materiales abundantes para tener otra guerra por Cachemira, sin tener que usar sus armas nucleares, a pesar de que dicha guerra llevaría sin duda al colapso económico de ambos países a corto plazo, por sus graves problemas sociales y la existencia de centenares de millones de ciudadanos en graves condiciones económicas en cada país, por los inmensos gastos financieros que implican las guerras, lo que pudiera tentar al bando perdedor convencionalmente a usas dicho armamento atómico.

A pesar de los incidentes fronterizos escandalosos ocurridos entre la India y la República Popular China, es inconcebible pensar que otra guerra entre ambas potencias como la ocurrida entre junio a noviembre de 1962, derive en un conflicto militar de carácter atómico, ya que ambos países disponen de suficientes recursos militares convencionales para evitar este tipo de enfrentamientos.

En cuanto a la Federación Rusa, a pesar de que su doctrina militar contempla el uso de bombas nucleares tácticas, en el campo de batalla, han demostrado a lo largo de la historia suma responsabilidad política con el uso de dichos armamentos, como lo demostró su retirada de Cuba en1962 (Crisis de los Misiles) y especialmente su trágica intervención militar en Afganistán, que prácticamente adelanto la caída de la Unión Soviética, sin que cayera en la desesperación de la clase política soviética la posibilidad de su utilización.

La misma responsabilidad política y tal vez mayor, ha sido demostrada por la clase dirigente política estadounidense en el manejo de dichos armamentos, pues en los comienzos de la invasión del ejército chino para expulsar a las tropas de las Naciones Unidas, el general MacArthur era partidario de usar armas atómicas para ganar la Guerra de Corea, siendo igualmente importante señalar el impacto que tienen estas acciones de alto impacto humanitario en la opinión pública estadounidense, lo que impidió durante la guerra de Vietnam que se realizará el plan de destruir  las represas del Río Rojo, para impedir a Vietnam del Norte continuar la guerra, debido a los daños humanos y materiales sin precedentes calculados (1 millón de ahogados y 11 millones de damnificados), continuando con sus esfuerzos convencionales limitados, que llevaron al resultado ya conocido, sin que se conocieran planes de usar armas atómicas.

Por lo observado anteriormente, se puede asegurar que por parte de las grandes potencias no hay mayores preocupaciones sobre el uso de sus arsenales nucleares, mas sí es importante conocer el estado actual de sus arsenales nucleares:

  1. Estados Unidos: dispone de 2.150 ojivas nucleares activas (1950 estratégicas y 200 tácticas) más otras 2.800 en reserva y cerca de 3.000 almacenadas para desmantelamiento, para un total de aproximadamente 8.000.
  2. Federación Rusa: dispone de 4.430 ojivas nucleares activas (2.430 estratégicas y 2.000 tácticas) más 5.500 almacenadas para desmantelamiento, lo que totaliza 16.000.
  3. Reino Unido:  mantiene la flota de submarinos nucleares equipada con algo menos de 160 ojivas nucleares activas, sobre un total de 225.
  4. República Francesa: en 2008, el presidente Nicolás Sarkozy anunció que Francia disponía de 300 armas nucleares en total, de las que 240 serían estratégicas y sesenta tácticas.
  5. República Popular China: se estima que en 2011 disponían de 240 ojivas nucleares, de las que aproximadamente 178 se encontrarían activas.
  6. India: en 2010 se estimaba que la India disponía de 60 a 80 armas nucleares.8
  7. Pakistán: en 2011 se estimó que Pakistán posee entre 90 y 110 armas nucleares
  8. Corea del Norte: en 2013 se estimó que  posee entre 20 y 30 armas nucleares
  9. Israel: según el Natural Resources Defense Council y la Federation of American Scientists, Israel posee alrededor de 200 a 500 armas nucleares.Son muchos los países que han intentado desarrollar programas atómicos que hubiesen podido derivar en programas militares, que van desde España, Venezuela, Libia, Suiza, Yugoslavia, Taiwán, Irak, Polonia, Rumania, hasta  la República de Suráfrica, que pareciera logró conseguir este nivel técnico, pero lo desmanteló antes de finalizar el régimen de segregación (Apartheid).

En conclusión, se hace difícil realizar actividades atómicas, sin generar conflictos políticos considerables con los países vecinos y enormes sacrificios financieros internos.

 


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