Cada gestión anhelamos tener nuevos desafíos en tecnología, energía, empresa e inversiones y hacemos una “lista” de tendencias que se presentarán, teóricamente, a lo largo del año.

Ahora no es la excepción. Hay nuevas propuestas, proyectos y paradigmas que en 2023 deben consolidarse, empezar a caminar y principalmente desarrollar nueva tecnología para que sea la base de lo que el mundo será en los próximos 25 años.

Estamos viendo cómo empresas privadas aceleran investigación y desarrollo de productos tales como esas gafas que podrán realizar interfaces (interconexión) entre cerebro y computador y así generar opciones de acciones.

Esta gestión -y gracias al esfuerzo e inversión de capitales privados- se está consolidando: la inteligencia artificial que acompaña a los usuarios en sus tareas cotidianas de la vida, ejemplo aquellos softwares que apuntan al mundo de la realidad virtual.

Se está construyendo a pasos gigantescos ese mundo virtual en donde la persona podrá “sumergirse” y adicionalmente a tener experiencias de tipo visual podrá tenerlas de tipo sensorial. Es el “nuevo mundo” que está naciendo y en donde la gente dejará de ser corriente y común para poder volar o ser superhéroes de esa “realidad”.

El acelerón que vamos a ver en esta gestión es la comunicación 5G que ciertamente dará paso a otra generación: la 6G.

La conectividad de transmisión de datos a ultra velocidades es la regla en los negocios e industria del futuro. Quizá en breve se tenga infraestructuras tecnológicas tan eficientes que nos permitan “estar” (si me permiten el término) en el “multiverso” que se está construyendo de forma paralela y que, ciertamente, necesita conectividad de alta capacidad.

La “nube” seguirá siendo el mejor lugar para “guardar” absolutamente todo, de manera que la mayor cantidad de empresas estarán “en la nube” dejando de lado, sino renunciando, al papel y a los archivos digitales convencionales.

En ese orden la economía está evolucionando a desarrolladores de negocios en el metaverso y aquellos quienes serán los nuevos brokers entre el mundo real y el virtual. Se sigue estimulando el trabajo en casa, remoto; y se está perfeccionando modelos de trazabilidad de bloques mediante la tecnología de blockchain. Todo ello es la puerta grande de ingreso a nuevas formas de consumir energía, misma que ciertamente debe ser “verde” en lo posible pero como siempre dijimos sin los fundamentalismos que promueven algunas organizaciones que buscan “divorciar” al mundo de los fósiles. Ese proceso de transición está encaminado, pero tomará algo más de tiempo de lo esperado.

Ciertamente, toda meta de innovación tecnológica es mejorar condiciones de vida de la gente. Al menos eso creemos.

El rol de la gente joven (18/35) en este tiempo es excepcional. Son los que van a liderar el mundo en los próximos tiempos y de la mano de tecnologías que ni siquiera hoy imaginamos, solo vemos atisbos.

No nos extrañemos que en un momento no muy lejano el chip sea implantado en el cerebro y estar conectados 24/7, hacer operaciones bancarias, llamadas, transferencias, compras, ventas, etc., todo desde nuestro cerebro prescindiendo otro tipo de smart gadges. Es aún “ciencia ficción”, pero como va la mano la que era ciencia ficción hace 75 años, como tener un teléfono en la mano, es hoy una realidad objetiva.

En materia de generación y distribución de electricidad en grandes conglomerados urbanos, hay nuevos paradigmas y tendencias: seguramente la generación distribuida, redes descentralizadas y autónomas va a dominar el espectro en grandes ciudades que no solamente dependerán de una o dos centrales eléctricas; el mundo está avanzando en desarrollo tecnológico que consume energía y se necesitará cada vez más y mejor energía.

@BorisSGomezU


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