Naturalmente nadie tiene una “bola de cristal” para ver el futuro, especialmente en lo relacionado a negocios de energía, pero lo que si queda claro es que la industria de la energía se está moviendo a nuevos escenarios. Y esto no tiene nada que ver con el oil peak, eso no va a ocurrir al menos no en ésta generación. Seguirá habiendo petróleo y se seguirá utilizando en grandes volúmenes para mover el transporte, la industria etc. Lo que sí va a ocurrir es que el valor de la industria va a variar drásticamente: de producir petróleo y derivados a generar energía renovable, limpia, amigable con el medio ambiente y menos costosa.

Parecen simples conceptos, pero en realidad son paradigmas en los que está basado el nuevo modelo de negocios de la energía por los próximos cien años: generación de nuevas fuentes como renovables y el paso más importante moverla sociedad al consumo de hidrógeno.

En ese norte hay ya en el mundo nuevas capacidades instaladas en generación eólica y solar fotovoltaica con mayor tasa de crecimiento, tras la recuperación económica positiva en los países del G20, luego de un 2020 desastroso por la pandemia dado que el consumo de energía se ralentizó drásticamente, a la excepción de China; pero pandemia y todo, según la Agencia Internacional de Energía AIE, en 2020 se agregaron más de 280 gigavatios (GW) de capacidad de producción de energía renovable, 45% más que en 2019.

De manera que la lógica de generar electricidad vía renovable es ya una lógica que hace sentido: bajaron costes de producción, mejoró la tecnología y el mundo otra vez está buscando más y mejor energía a precios más bajos.

En ese orden para el caso norteamericano, la energía renovable debería contribuir con una mayor proporción de la generación de electricidad de Estados Unidos hasta 2022, alcanzando una participación de 23%, en comparación con 20% en 2020. La AIE cree que habrá crecimiento de las renovables en el mix energético de Estados Unidos.

Está programado que alrededor de 50 gigavatios de capacidad solar y eólica estén en línea en los Estados Unidos durante los próximos 18 meses con 2022 como el primer año en que el crecimiento de la capacidad solar de servicios públicos superará el crecimiento de la capacidad eólica” estima la organización internacional que ve asuntos energéticos.

A ello debe sumarse el impulso dela administración Biden con varias iniciativas “para alentar las industrias de energía limpia” apurando a Estados Unidos a la transición desde los combustibles fósiles. Queda pendiente en la administración Biden formar un equilibrio entre los puestos laborales que se dejarán de usar en la industria oil y ver que sean repuestos porla industria renovable.

Al menos ese es el compromiso de la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, que este plan de empujar negocio de las renovables es “una oportunidad para revitalizar la industria energética y al mismo tiempo mejorar los salarios, la representación sindical y la diversidad en el negocio de la energía limpia”.

El objetivo de todos, el primer mundo principalmente, es alcanzar objetivos de cero emisiones de CO2. Aunque esas emisiones estarán siempre presentes en tanto no se reduzca drásticamente la generación eléctrica desde el carbón, cuyas plantas son ineficientes, más costos pero que tienen a muy bajo costo la materia prima.

Con relación a la energía solar seguirá batiendo récords con una capacidad adicional que alcanzará más de 160 GW en 2022, consolidando su posición como el «nuevo rey» de los mercados eléctricos mundiales (según AIE).

En América Latina es bueno destacar el ejemplo de Colombia: cuenta con una de las matrices energéticas más limpias del mundo: 70% por hidro.

Para 2022 Colombia prevé generar electricidad en 12% desde proyectos de energía solar y eólica. En 2022 tendrán generando 2.500. es un gran avance, considerando que Colombia goza de buena salud financiera y pese a sus problemas internos es un país estable en la región.

El gas natural, para todos los países continuará siendo, como siempre decimos, el puente de transición entre fósiles y renovables. Pero sin duda 2022 se pinta muy bien para el negocio renovable en el mundo.

@BorisSGomezU

 


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