El cadáver del capitán de fragata de la Armada Rafael Ramón Acosta Arévalo, de 50 años de edad, cumplió ocho días en la morgue de Bello Monte donde le practicaron la autopsia.

El cuerpo fue ingresado a esa dependencia el sábado 29 de junio, hace una semana, procedente del Hospitalito de Fuerte Tiuna, donde murió a la 1:30 de la madrugada.

Los allegados al militar no se explican la tardanza en la entrega del cadáver si la experticia forense fue practicada el mismo día.

De acuerdo con información extraoficial, el cuerpo solo será entregado con la autorización del Ministerio Público. El expediente relacionado con la muerte del militar está en manos de la Fiscalía 54.

El abogado Alonso Medina Roa solicitó la intervención de la Iglesia Católica para que interceda en la entrega del cadáver y darle cristiana sepultura.

De acuerdo con el informe hecho por una comisión de la División de Investigaciones de Homicidios del Cicpc, que realizó el levantamiento del cadáver en el Hospitalito, el capitán presentó unas 30 escoriaciones, hematomas y contusiones en el cuerpo.

Fue llevado al Hospitalito por orden del juez tercero militar de control que suspendió la audiencia de presentación al ver el estado en que se encontraba Acosta Arévalo, quien llegó a ese despacho en silla de ruedas porque no podía mantenerse en pie y solo pedía «auxilio».

Acosta Arévalo fue detenido el 21 de junio. Ese día, cuando la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, partió de Venezuela, también fueron aprehendidos otros tres militares de la Aviación y los comisarios jubilados de la antigua PTJ, Miguel Ibarreto y José Valladares. Estos dos últimos quedaron en libertad.

Las detenciones las practicaron comisiones del Sebin y de la Dirección General de Contrainteligencia Militar para investigar un presunto atentado contra Nicolás Maduro.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!