Las importaciones estadounidenses de crudo venezolano han caído a niveles históricamente bajos y cinco refinerías de la costa del golfo ahora importan casi todos los barriles que Venezuela pone en suelo estadounidense de otros mercados, de acuerdo con datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos.

Mientras se especula que la gestión de Trump prepara sanciones al sector petrolero venezolano, estas refinerías han comenzado a importar más crudo de mercados inesperados como Chad, Colombia e Irak, y trabajan en planes de contingencia debido a que un posible embargo de Estados Unidos ocupa un lugar preponderante, señalan analistas de S & P Global Platts.

“Todos estos refinadores y los otros que importan crudo venezolano han desarrollado planes en caso de que se apliquen más sanciones”, dijo John Auers, vicepresidente ejecutivo de Turner, Mason & Company. “Si bien todas redujeron las importaciones venezolanas, en parte porque hay menos cantidad disponible a medida que cae la producción en Venezuela, siguen comprando como dicta la economía“.

Las refinerías estadounidenses importaron 438.000 barriles diarios de crudo venezolano en enero, un alza de alrededor de 1.000 barriles por día con respecto diciembre.

Las refinerías han estado presionando fuertemente al gobierno de Trump para que no imponga sanciones a las importaciones petroleras venezolanas, indicaron analistas.


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