La crisis económica del país aunado a las dificultades para pagar por parte del gobierno venezolano ha traído consecuencias económicas para aquellas empresas españolas que enviaban sus productos a Venezuela.
El comercio ante ambos países decreció 60% a lo largo de 2016, en 2017 la caída sigue vigente: de 70 operaciones comerciales que se hacían al año, solo 47 siguen en pie.
A pesar de la situación, los comerciantes venezolanos continúan adquiriendo pescados, crustáceos y moluscos con un valor que superó en 2016 los 8 millones de euros de un total de 12 millones de euros. Las firmas venden más productos debido a que el país los necesita, pero no puede adquirirlos por la misma situación económica.
Uno de los quesos españoles más vendido en Venezuela, realizado por la empresa Hijos de Salvador Rodríguez, se dejó de enviar por los temas políticos del país. Esto sucedió porque el gobierno no quiso adjudicar más licencias de importaciones para productos que no fueran de primera necesidad. “Éramos el queso español más vendido” explicó uno de los representantes de la empresa al diario ABC.
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