Gustavo Castillo, un venezolano que reside desde hace ocho años en Buenos Aires, Argentina, emprendió un exitoso negocio de donas llamado Donut Therapy, que le hace competencia a los locales de comida cercanos.

Castillo explicó que abandonó el país cuando la situación aún no era tan grave. “Cuando me fui, Caracas todavía era bien chévere”, dijo. Indicó que desde que llegó a Argentina trabajó en locales de comida, sin embargo, recuerda que la experiencia fue agobiante por los malos tratos y bajos salarios que obtuvo.

Las donas, con los sabores típicos de Venezuela, no eran una buena apuesta en Buenos Aires. “Los del kiosko de enfrente pronosticaron que el mío sería un fracaso”, indicó Castillo a El Clarín.

En Argentina, notó el venezolano, no existen demasiados lugares que vendan donas, un dulce consumido a nivel mundial. “Desde 1998 hasta la actualidad se modificó mucho la población de Buenos Aires. Hoy la ciudad está llena de extranjeros, y de venezolanos ni hablar”, explicó.

Trabajo para venezolanos

Castillo, que recuerda su difícil inicio en Argentina, da prioridad de empleo a los solicitantes venezolanos.

“La situación está difícil. Eso hace que yo sienta la obligación de darle trabajo a mis compatriotas. De darles trabajo y dignidad”, añadió el emprendedor.

Recientemente el local abrió una vacante de pastelería y, de todas las solicitudes, 95 son de venezolanos.

Con información de El Clarín


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