Las recientes sanciones de la Unión Europea que impiden la venta de armas a Venezuela fortalecerán la política de adquisición de equipos en Asia y Europa del Este.

La afirmación corresponde al presidente del Frente Institucional Militar, vicealmirante retirado Rafael Huizi Clavier, quien indicó que “la medida tiene un efecto importante para aumentar la presión internacional sobre el gobierno de Maduro, cuyas políticas son cuestionadas, y para frenar futuras negociaciones, pero en la práctica, desde Chávez hubo un giro en los programas de compras para la Fuerza Armada. Actualmente los equipos de los componentes, especialmente la dotación aérea, provienen de China, Rusia y Bielorrusia. Entre estos sistemas están los aviones chinos de entrenamiento K-8W y los Y8 de transporte, así como los aviones rusos y los aviones de caza Sukhoi”.

El oficial retirado recordó que España, con la que Chávez negoció en 2005 un grupo de buques patrulleros, suspendió la venta de equipos antidisturbios a Venezuela en 2014.

Huizi Clavier destacó que la poca transparencia y la falta de contraloría sobre los contratos de la FANB, incluso las condiciones de los contratos, han sido una constante desde los tiempos de Chávez que desde 2013 Maduro ha replicado: “Cuando se habla de armamento no hay cifras oficiales sobre los montos y las unidades que adquiere el gobierno”.

El general retirado Gonzalo García Ordóñez, ex jefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada, coincidió en que el veto de armas es una medida política cuyo objetivo es cercar a la clase gobernante en el país. Indicó que “el objetivo de las sanciones es limitar nuevas negociaciones para la compra de equipos que se empleen en reprimir a la población”.

Explicó García Ordóñez que el impacto sobre el apresto operacional no será significativo, pese a que en el sector castrense hay equipos de fabricación europea a los que hay que hacerle mantenimiento. El militar destacó que desde 2005, con la compra de fusiles rusos AK 103-Kalashnikov, el gobierno cambió la línea de sus proveedores de armamento.

“No hay duda de que Venezuela se enfocará en proveerse de armas con países que tengan su mismo componente ideológico, como China, Rusia, y Bielorrusia. Sobre estas naciones seguirán gravitando los contratos”, aseveró el ex jefe del Cufan.

A principios de la semana, en la sede del Ministerio de la Defensa se realizó una reunión bilateral entre Venezuela y Bielorrusia para impulsar el apresto operacional de la FANB, facilitar la seguridad militar del Estado e incrementar la capacidad defensiva.

“Desde el motor industria militar estamos creando las condiciones a través de la formulación de políticas, objetivos estratégicos, planes y proyectos para impulsar el desarrollo económico productivo del sector defensa”, informó el viceministro de Planificación y Desarrollo para la Defensa, almirante Clemente Antonio Díaz, al cierre del encuentro.

Inversión. De acuerdo con el Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo, Venezuela gastó 5.657 millones de dólares en armamento y equipos militares para la FANB, desde 1999 hasta 2016.

Venezuela ha sido además el primer importador de armas de América Latina. Austria y Holanda fueron los únicos países de la UE que vendieron armamento al país entre 2014 y 2016, con montos aproximados de 5 millones de dólares y 4 millones de dólares, respectivamente. El Sipri señaló que en 2015 Maduro destinó 162 millones de dólares al gasto militar.


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