Durante el fin de semana las unidades Bolívar Chávez escogieron a los delegados que acudirán al congreso del PSUV que se efectuará entre el 28 y el 30 julio. El presidente Nicolás Maduro y los miembros de la dirección nacional, Diosdado Cabello y Adán Chávez, han indicado que esa asamblea no seguirá una agenda individual y servirá para darle voz y poder a las bases, así como para demostrar el carácter democrático de la organización.

Sin embargo, no todos los militantes del partido están satisfechos con la manera en que se hizo la selección. En Caracas, la alcaldesa del municipio Libertador, Érika Farías, utilizó su maquinaria para imponer, a través de mensajes de texto, a los candidatos que los representarán en el congreso.

“El sábado realizaron una asamblea con todas las parroquias y nos enviaron varios mensajes de texto con los nombres de los postulados, que no pertenecen a nuestra comunidad, para que votáramos el domingo. No es lo correcto si quieren una verdadera renovación. Nos obligan a votar para cumplir una cuota y que Maduro crea que todos estamos contentos”, indicó Alfonso Herrera, representante de un consejo comunal de Catia.

Considera que la imposición de la alcaldesa se debe a la poca participación que tuvieron las parroquias de Caracas en los comicios presidenciales. “El gobierno está pasando factura al 23 de Enero, Catia, La Vega y El Junquito”, agregó.

En la escogencia de los delegados también participaron los CLAP, consejos comunales y la Red de Articulación y Acción Sociopolítica. Esta última fue creada a finales de abril para coaccionar a las comunidades en las elecciones de mayo.

Cada unidad, informó Cabello, tenía que escoger a seis militantes, entre mujeres, adultos mayores y jóvenes.

En representación de los municipios, el partido elegirá a 335 delegados y 2 adicionales por cada capital de estado. En Caracas seleccionará a 1 representante por cada una de las 23 parroquias.

Maduro aseguró que algunos de los objetivos del congreso son erradicar el sectarismo y definir una línea de acción política y económica que se interese por los problemas de los venezolanos. Una militante y vocera de los CLAP de un sector de El Cementerio, que resguardó su identidad, rebatió el argumento y aseveró que un partido que niega proyectos comunitarios y es cómplice de la inseguridad, no tiene intención de dar mejores oportunidades al país.

“Fuimos engañados, nos sentimos frustrados. El proyecto socialista no resultó porque ellos tienen una condición económica distinta a la de nosotros. Son capaces de reunirse con la delincuencia organizada para darles cajas CLAP, sin importarles que haya otras familias que las necesitan de verdad”.

Aunque ese sector de El Cementerio no fue consultado para ir al congreso, la vocera se pregunta cuál es el verdadero propósito si la estructura del partido será dirigida por las mismas personas, pues no se da la oportunidad de abrir otros espacios de debate que permitan la autocrítica y la posibilidad de realizar correcciones.

“No son capaces de hablar ni de aportar soluciones. Solo sirven para amenazar y eso tiene a la gente cansada. Hay más promesas y control. La conclusión es que quieren aferrarse al poder de la manera que sea, es mentira que se lo han entregado al pueblo. No lo han hecho ni lo cumplirán”, destacó.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!