La crisis económica del país ha motivado a los ciudadanos a resguardarse en el dólar, moneda que cada vez se vuelve de uso corriente en el país como forma de hacer frente a la hiperinflación.

Desde consultas médicas hasta reparaciones de automóviles se pagan en dólares a través de transferencias electrónicas o en efectivo debido a las constantes devaluaciones del bolívar.

Andreína Márquez, una venezolana que vive en Colombia y estuvo de vacaciones en diciembre del año pasado en Caracas, se sorprendió por los cambios en la economía del país. “Pagué taxis y parqueros con un billete de un dólar, cuando la tarifa de un estacionamiento formal costaba 6.000 bolívares y el dólar en el mercado negro estaba a 120.000 bolívares. Lo del taxi fue porque lo pedimos con una aplicación y la tarjeta no pasaba, le dimos 1 dólar al conductor por una carrera corta y lo aceptó feliz”, dijo a El país de España.

La brecha entre quienes tienen dólares y los que no está generando en el país una élite de personas que sí tienen poder adquisitivo para adquirir algunos productos impensables para el resto. Sin embargo, la mayor parte de la población percibe sus ingresos en bolívares y 82% de los venezolanos vive por debajo de la línea de pobreza.

Algunas opciones para conseguir divisas son las remesas de los venezolanos que han emigrado y los trabajos freelance de algunos profesionales.

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