La moneda venezolana perdió 24,55% de su valor con respecto al dólar en la última subasta del Sistema de Mercado Cambiario (Dicom), un dato que informó este domingo el Banco Central de Venezuela en medio de la grave crisis que atraviesa el país.

La puja arrojó como resultado que cada dólar se cambie en los canales regulares por 2.084,39 bolívares, un considerable salto desde 1.572,55 de la subasta del miércoles. Así, el salario mínimo mensual de 18.000 bolívares se traduce en solo 8,64 dólares, que condenan a la extrema pobreza, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, que fijó en 1,20 dólares diarios el umbral de la miseria, a los cuatro millones de trabajadores que lo perciben.

La tasa de cambio es mayor en el mercado paralelo, ilegal atendiendo al férreo control que existe en la nación desde el año 2003 y que reserva al Estado el manejo y adjudicación de la divisa estadounidense.

Nicolás Maduro decretó a inicios de mes un aumento salarial de 300% y tomó otras medidas de «corrección» al programa económico que lanzó en agosto de 2018, y que han criticado opositores y expertos por considerarlo combustible para la hiperinflación que padece el país.

La constante devaluación del signo local ocurre en medio de la elevada tensión política que sacude a Venezuela luego de que el jefe del parlamento, el opositor Juan Guaidó, se adjudicara las competencias del Ejecutivo ante la usurpación que, considera, hace Maduro en el cargo de la Presidencia.

El líder chavista se impuso con holgura en los comicios del pasado 20 de mayo, a los que no se presentó el grueso de la oposición por considerarlos fraudulentos.

Por ello, la oposición afirma que usurpa la Presidencia, al estimar que su segundo mandato de seis años es ilegítimo y, por tanto, el Poder Ejecutivo recae en el jefe del Parlamento hasta que sean convocadas nuevas elecciones, según la interpretación que hacen de varios artículos de la Carta Magna.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!