Yemen
Foto archivo

Yemen, país devastado por la guerra y escenario de la peor crisis humanitaria del planeta, anunció el viernes un primer caso del nuevo coronavirus en la provincia de Hadramut, en el sur de la nación, controlada por el gobierno.

Las organizaciones humanitarias temen las repercusiones potencialmente catastróficas si se propaga la epidemia en este país en guerra desde hace cinco años entre los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, y las tropas gubernamentales yemeníes, respaldadas por una coalición liderada por Arabia Saudita.

El conflicto ha causado decenas de miles de muertos, esencialmente civiles, según las organizaciones humanitarias, y ha provocado la peor crisis humanitaria del mundo, con 24 millones de personas dependiendo de ayuda exterior, según la ONU.

«El primer caso confirmado de coronavirus se ha registrado en la provincia de Hadramut», señaló en Twitter la comisión gubernamental de emergencias nacional sobre el covid-19.

La persona infectada recibe tratamiento médico y está estable, precisó la comisión, dirigida por el presidente yemení Abd Rabbo Mansur Hadi, reconocido por la comunidad internacional.

Los equipos médicos tomaron todas las precauciones necesarias para evitar más contagios, añadió. Prometió que daría más detalles durante el día.

Antes de anunciarse este primer caso, el jueves empezó en Yemen un alto el fuego unilateral decretado por la coalición dirigida por los sauditas. Riad espera que esta tregua, justificada por la necesidad de luchar contra el covid-19, ponga fin al conflicto.

«La crisis covid-19 lo eclipsa todo: la comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos y trabajar para proteger al pueblo yemení», señaló el jueves Emiratos Árabes Unidos, miembro de la coalición.

Rechazo de los hutíes

Estados Unidos elogió esa iniciativa y exhortó a los rebeldes a sumarse a la tregua.

Pero los hutíes la rechazaron y uno de sus responsables alegó que se trata de una «maniobra política y mediática» y acusó a la coalición de llevar a cabo «decenas de bombardeos aéreos» horas después de la entrada en vigor de la tregua.

El anuncio de la tregua se dio tras una escalada de los combates en el país, pese al llamado de la ONU a un cese inmediato de los combates para proteger de la pandemia a los civiles del país más pobre del mundo árabe.

El enviado especial de la ONU, Martin Griffiths, instó recientemente a los beligerantes a «cesar de inmediato todas las hostilidades» debido a la «absoluta emergencia» frente al coronavirus.

El 23 de marzo, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió «un alto el fuego inmediato en todo el mundo» para preservar, ante la «furia» del covid-19, a los civiles más vulnerables.

Además del coronavirus, Yemen está amenazado por el hambre y azotado por epidemias de dengue y cólera, todo ello en un sistema de salud casi inexistente.

El país se encuentra prácticamente aislado, bajo un bloqueo aéreo impuesto por la coalición que lidera Riad, lo que debilita aún más su situación alimentaria.

Los Estados vecinos de Yemen tienen varios miles de casos de contaminación por el coronavirus. Arabia Saudita registra oficialmente más de 3.200 casos y 44 fallecimientos.


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