embarazada
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Desde hace dos semanas, miembros del círculo más cercano de Nicolás Maduro tienen en sus manos información según la cual la ex parlamentaria colombiana fugitiva Aída Merlano estaría embarazada.

La información figuraba en uno de los videos que le llegaron a Maduro. En ellos Merlano le solicitaba una audiencia.

Sin embargo, desde hace ocho días fuentes en Caracas confirmaron la información, reseñó El Tiempo.

Agregaron que en posteriores entrevistas con miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia, Sebin, Merlano entregó otros datos vinculados consu fuga, el primero de octubre de 2019.

En los testimonios que les ha suministrado al régimen y al Tribunal Supremo de Justicia se han encontrado mentiras. Como el hecho de que ella y el Congreso elegían Fiscal. También hay varios datos desconocidos que llaman la atención de las agencias venezolanas, que vienen usando políticamente el caso Merlano.

Por ejemplo, dijo que dos hermanos habían sido clave para su salida hacia Venezuela. Según ella, con la complicidad de dos poderosas familias políticas colombianas que querían evitar que ella hablara.

Agregó que uno de ellos la mantuvo retenida en una finca del Cesar, predio que sería una de las pistas sobre los cómplices de su fuga.

De hecho, en las versiones que Maduro tiene en sus manos, se liga su embarazo a ese episodio en el Cesar.

«Si no miente, tendría algo así como cuatro meses de embarazo (…). Y habría estado atada de uno de sus pies a una cama, al menos a su llegada a la finca», dijo la fuente en Caracas.

La fecha de la supuesta estadía en la finca del Cesar se la señaló la propia ex legisladora a los oficiales del Sebin. Les dijo que a mediados de octubre de 2019 ya estaba cerca de la frontera con Venezuela y que lo recuerda porque en ese momento la recompensa por su captura saltó de 10 millones de pesos a 50 millones y luego a 200 millones de pesos.

Por eso afirmó que el gobierno estaba detrás del plan para eliminarla antes de que cruzara la frontera.

Hija y asilo

El gobierno de Iván Duque señaló que esas declaraciones carecen de todo fundamento, son oportunistas y una fabricación del régimen de Maduro, «que buscan atacar la honra del presidente e intentan vulnerar la credibilidad de las instituciones».

Dijo que aunque tenía instrucciones de cómo fugarse, alteró algunos movimientos por miedo a que la mataran. Por ejemplo, el sitio exacto del centro médico desde donde debía huir.

Sobre los hermanos que supuestamente la ayudaron a moverse hasta la frontera, manifestó que los habían desaparecido. Pero que aún tiene en su poder el teléfono celular de uno de ellos.

Con esa versión, unida a la oferta de hablar de dos familias políticas –los Gerlein y los Char–, Merlano explora en Caracas algún tipo de asilo. Los trámites se aceleraron luego de que esta semana se conoció el escrito de acusación de la Fiscalía contra Aida Victoria Merlano, hija de la fugitiva.

Para el ente acusador, tanto la joven como el odontólogo Javier Cely fueron clave en el plan de escape.

La acusación dice que la hija le llevó la ropa, la soga y los guantes, conducta que muestra que sabía de sus planes de huir de las autoridades.

«Dicha contribución se efectivizó por concierto previo entre Aida Victoria y su madre», dice el documento.

La Cancillería de Colombia oficializó el viernes la solicitud de extradición de Merlano a través de Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela. Maduro calificó de ridículo e inviable ese trámite.

Por ahora es un desafío creer lo que Merlano dice bajo la influencia del régimen y la necesidad de asilo: un caso jurídico politizado.


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