En un momento de convulsión para la Familia Real Británica, la reina Camila, de 76 años de edad, anunció un retiro temporal tras asumir las responsabilidades de «La Firma» en ausencia del Rey Carlos III, quien reveló su diagnóstico de cáncer el mes pasado.
La consorte, descrita por la prensa local como «agotada» debido a las exigencias de su deber real, optó por tomarse una semana de descanso para recargar energías.
Desde que la salud del Rey Carlos se vio afectada, la reina Camila ha participado en 13 compromisos oficiales. La semana pasada, por ejemplo, fue la anfitriona de la ceremonia en recuerdo del último Rey de los helenos, Constantino II. Un evento que congregó a la realeza europea, a pesar de las ausencias notables del soberano y su hijo, el príncipe William, heredero al trono.
Durante esta semana, la Reina aprovechará el espacio liberado en su agenda para disfrutar de unas vacaciones al sol en el extranjero. Un destino que se mantiene en reserva y al que viajará en un avión privado.
Fuentes citadas por los medios británicos indican que el agotamiento de Camila no solo es físico, sino también emocional. Esto debido al incremento de sus responsabilidades desde el anuncio de la enfermedad de Carlos III. Las apariciones públicas del rey están reducidas para concentrarse en su tratamiento.
La decisión de la reina de tomarse un descanso pone de relieve el vacío en la Familia Real: cuatro miembros, de siete, están fuera de juego. Esto incluyendo al rey enfermo, Kate Middleton convaleciente y William, quien está trabajando a medias.
Una fuente real citada por The Sunday Times aseguró que Camila está «absolutamente preparada para hacer lo que sea necesario por la institución». Aseguran que encontró aliento en el apoyo público desde el diagnóstico de cáncer del Rey.
Además, está al tanto de que el monarca, aunque alejado del ojo público hasta nuevo aviso, está orgulloso de su esposa por mantener la estabilidad en medio de la tormenta.