La organización suramericana fundada el 8 de diciembre de 2004, declarada en 2008 y constituida en 2011 podría desaparecer fruto de la inoperatividad y falta de financiamiento de los países.

Lenín Moreno, presidente de Ecuador, dijo el viernes una suerte de epitafio de la organización: “La Unasur, lastimosamente, no está funcionando por la falta de consenso de los países que la componen, lo que provocó que la mitad de ellos la abandonen”.

El organismo no cuenta con un secretario general desde el fin del mandato del colombiano Ernesto Samper, el 31 de enero de 2017, lo que causó una suerte de conflicto entre los 12 países que lo integran.

Ya en abril Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú expresaron su decisión de suspender la membresía de Unasur por la imposibilidad de lograr consenso en las decisiones, incluso en la de nombrar a un secretario general; señalan que la organización está en una situación de acefalia.

El internacionalista Félix Gerardo Arellano dijo: “Es absolutamente novedoso lo que ocurre. Los seis países que se suspendieron cuestionaron el veto de Bolivia y Venezuela a los posibles aspirantes a la SecretaríaGeneral en una organización en la que se requiere unanimidad”.

El experto indicó que son Bolivia y Venezuela los que controlan la organización: “La actuación de estos países y la de los aliados fundamentales del proceso bolivariano resultó insoportable para las seis naciones que afirman que Unasur está secuestrada”.

Por ahora, los seis países decidieron suspenderse, aunque podrían retirarse inmediatamente cuando lo deseen. El presidente electo de Colombia, Iván Duque, anunció que aspira a que su país se retire del organismo.

Por su parte, el embajador Edmundo González Urrutia afirmó que Unasur está en una situación comprometida: “El margen de acción que tiene es muy restringido; está el hecho político de que nadie atiende a ese organismo. Además, está la limitante financiera. El mandatario Lenín Moreno estaba pidiendo la devolución de unas instalaciones de 50 millones de dólares para que sea la sede de la Universidad Indígena del país”.

El diplomático agregó que las contribuciones de los socios actualmente son inexistentes, con todos los problemas que eso acarrea.

Sobre el futuro de la Unasur ambos expertos creen que quedará en una posición bastante disminuida respecto a cómo fue originalmente concebida e, incluso, que podría desaparecer.

Arellano señaló que la organización puede quedar integrada por cinco países que decidan permanecer cercanos a la corriente del gobierno bolivariano y sea algo similar a lo que es la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos. Incluso, si el grupo tiene problemas con Ecuador, sede de Unasur, esta podría mudarse a un país más propicio.


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