Aberhosan, en Gales, padeció un corte de Internet que pocos usuarios podrían soportar, especialmente en plena cuarentena. El pueblo del Reino Unido estuvo año y medio sin acceso a la red. Incluso luego de que los ingenieros locales cambiaron grandes secciones de cable, los problemas continuaron.

Ahora, tras 18 meses de desconexión, descubrieron cuál fue el insólito motivo de las fallas: un viejo televisor que un vecino encendía cada mañana.

Los especialistas que vivían en la ciudad lo habían intentado todo. Finalmente, un equipo de ingenieros de Openreach, principal proveedor de la zona, viajó hasta Aberhosan para averiguar qué ocurría. Pero el primer obstáculo que encontraron no fue técnico: los expertos no tenían lugar para hospedarse en la ciudad.

«Comprensiblemente fue difícil encontrar alojamiento debido al cierre de covid-19, pero finalmente logramos encontrar una casa de huéspedes con un campo cerca de Llandrindod Wells», dijo Michael Jones, ingeniero de Openreach. Así, el grupo de técnicos se hospedó a unos 80 kilómetros de Aberhosan y decidió viajar bien temprano por la mañana para verificar las fallas en la conexión que se experimentó en la aldea durante tanto tiempo.

«Como se puede imaginar cuando le señalamos esto al residente, se sintieron mortificados de que su viejo televisor de segunda mano fuera la causa de los problemas de banda ancha de toda una aldea, e inmediatamente acordaron apagarlo y no volver a usarlo», añadió Jones.

 


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