presos
Foto: Referencial

Un grupo de presos de alta peligrosidad se escapó este jueves 9 de julio de una cárcel del nordeste de Brasil tras hacer explotar parte de las instalaciones con complicidad de delincuentes externos, según informaron fuentes oficiales.

Esta es la segunda fuga de presos en menos de una semana en Brasil, uno de los países con los peores sistemas penitenciarios del mundo por el hacinamiento y las pésimas condiciones de reclusión.

La fuga se registró hacia las 4:00 pm hora local, en Limoneiro, un municipio ubicado a unos 80 kilómetros de Recife, la capital del estado de Pernambuco.

Las autoridades indicaron que 27 presos huyeron por uno de los muros de la penitenciaría, el cual fue derribado con dinamita por cómplices externos.

Un grupo de delincuentes fuertemente armados causó la explosión que permitió la fuga de los internos. Los agentes carcelarios actuaron rápidamente e impidieron una mayor huida de presos.

El pabellón afectado con la dinamita albergaba a un centenar de presos antes de la explosión, todos ellos de alta peligrosidad, según explicó a la prensa Paulo Uchoa, director de la cárcel donde ocurrió la fuga.

Hasta el momento, ninguno de los forajidos ha sido recapturado y las autoridades continúan en su búsqueda.

El pasado 5 de julio, 34 reclusos se escaparon de una cárcel en Foz de Iguazú, en la triple frontera con Argentina y Paraguay, al sur del país.

El cárcel regional Doutor Ênio Pessoa Guerra de Limoeiro tiene capacidad para 550 internos pero actualmente alberga a más del doble (1.971).

Datos oficiales señalan que en la prisiones del país se alojan unos 750.000 presos, es decir, 76% superior a su capacidad.

La irrupción del coronavirus, que deja ya más de 1.7 millones de casos confirmados y unas 68.000 víctimas en todo el país, ha complicado aún más la situación en las cárceles brasileñas.

El Departamento Penitenciario Nacional, organismo responsable por la población carcelaria, contabiliza cerca de 4.900 contagios por covid-19 y 62 muertes en las prisiones de todo Brasil, según el último balance oficial.


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