orinal

Un exagente del Departamento de Policía de Honolulu, Hawái, identificado como John Rabago, fue condenado a prisión por forzar a un indigente a lamer el orinal de un baño público.

Rabago fue sentenciado a cadena de cuatro años de prisión por la jueza de distrito Leslie Kobayashi, por hechos acaecidos en enero de 2018, cuando el entonces policía se encontró a Samuel Ingall en sanitarios públicos en los que pernoctaba, pues no tenía vivienda.

El policía acudió a ese baño para responder a una llamada junto con un compañero.

Según USA Today, Rabago amenazó a Ingall con pegarle si no lamía el orinal y lo obligó con fuerza bruta a extenderse en el suelo hasta que así lo hizo.

Además, en su denuncia, Ingall aseguró que el agente le dijo que la única manera que tenía de evitar ser arrestado era lamiendo el orinal del baño público. En diciembre pasado, los agentes reconocieron que la denuncia de Ingall era cierta.

Los dos policías partícipes de esa escena fueron acusados de violar los derechos civiles de la víctima. Durante la vista para la sentencia, la jueza criticó duramente las acciones del Rabago.

«Le quitó a Ingall su única posesión: su dignidad como ser humano», dijo la magistrada al exoficial.

El policía, por su parte, pidió perdón por su conducta. «Hace dos años tomé una decisión de la que no estoy orgulloso. Mis acciones cambiaron el curso de la vida para todos nosotros», expresó.

Esta condena ocurrió después de meses de protestas en todo Estados Unidos contra los excesos policiales contra las minorías y los más vulnerables. La convulsión social se originó en mayo después de que el afroamericano George Floyd murió mientras estaba bajo custodia de la policía de Mineápolis tras suplicar en repetidas ocasiones por su vida.


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