Perú
Foto archivo

El ultimátum a Evo Morales para que deje el poder se transformó en un llamado de los comités cívicos a radicalizar las protestas hasta paralizar al Estado, puesto que el presidente de Bolivia desoyó el desafío, como era de esperar.

Las 48 horas que el líder del Comité Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, había dado a Morales para que renunciara se cumplieron sin que el mandatario alterara su agenda diaria.

El mayor susto que se llevó durante esta jornada fue un incidente con el helicóptero presidencial del que salió ileso.

Colapsar el Estado

Camacho se dirigió a la multitud en el centro de Santa Cruz tras cumplirse las 48 horas del reto a Morales.

Mientras, en otras urbes los comités cívicos le seguían en directo en pantallas en las calles.

En vista de que el desafío no se cumplió, el líder cívico llamó a bloquear de forma pacífica las instituciones del Estado desde este martes.

Aseguró que esto tiene como fin ahogar económicamente a Morales para ver si así cede.

Con el cierre de las fronteras del país se refuerza la presión del paro cívico indefinido desde hace 13 días consecutivos, cuando la oposición formuló las denuncias de fraude electoral.

El presidente del comité cruceño anunció que llevará en persona a La Paz una carta de renuncia que Morales solo tiene que firmar.

Protestas ante las instituciones

La entrada a la Alcaldía de Quillacollo fue tapiada con un muro de ladrillo y se colocó un cartel que advierte que fue cerrada por los vecinos.

También fueron bloqueadas instituciones estatales en Cochabamba y en Santa Cruz.

En las afueras del Tribunal Constitucional y la Fiscalía General del Estado en Sucre hubo protestas de quienes exigen que Morales deje el poder.

La plaza Murillo en La Paz, donde están las sedes del gobierno y el Parlamento, amaneció con una inusual concentración de policías.

Aunque, al parecer, era para organizar el envío de refuerzos a otras partes del país.


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