La guardia costera de Túnez rescató la noche del sábado a 108 personas, 94 de ellas extranjeras, tras el hundimiento de las embarcaciones en las que intentaban cruzar a Europa por la ruta del Mediterráneo Central.
La radio tunecina Mosaïque informó este domingo de al menos seis intentos de salidas marítimas con migrantes que fueron frustrados por los guardacostas.
Al menos 30.604 personas resultaron interceptadas en la mar entre enero y octubre de 2022. Esto significó un aumento del 38% en comparación con el mismo periodo del año anterior y seis veces más que en 2018, según cifras del Foro Tunecino de Derechos Económicos y Sociales (FTDES).
Además, más de 575 personas han muerto en esta travesía desde principios del año pasado hasta noviembre de 2022, sin contar los desaparecidos.
Túnez y Libia son los principales puntos de partida en esta ruta marítima hacia Italia.
El apoyo económico italiano y europeo ha permitido a Túnez aumentar considerablemente el número de intercepciones frente a sus costas. Al tiempo que aumentan las denuncias sobre las prácticas de los guardacostas que intervienen las embarcaciones.
«Estas prácticas matan. Como ocurrió el mes pasado, cuando un barco de migrantes fue, según los supervivientes, embestido violentamente por la Guardia Marítima Nacional de Túnez. Tras este ataque frente a la localidad tunecina de Chebba, denunciado por varios medios, tres niños se ahogaron», denunció la organización FTDES en su informe de diciembre.