Desde que Donald Trump llegó al poder, muchas han sido las críticas en las que se alega que su gobierno ha dejado desantendida a Latinoamérica. Sin embargo, desde la Casa Blanca se afirma que la inversión en la región desde 2016 ha presentado un gran incremento.
Así lo afirma Dave Bohigian, CEO de Overseas Private Investment Corporation, la institución financiera de desarrollo de Estados Unidos.
Bohigian indica que los desembolsos en la región han pasado de poco más de 100 millones de dólares a más de 1.000 millones de dólares en este período.
—Ante las críticas a Trump por su política a la región, ¿Estados Unidos sigue atendiendo a Latinoamérica?
—Totalmente,el gobierno de Trump continúa el trabajo de invertir en toda Latinoamérica. De hecho, cuando llegó al poder, la cartera de inversiones era de unos 100 millones de dólares, y ahora pasó a más de 1.000 millones de dólares, y siguen mejorando las asociaciones en todos los países. Este es el vecindario en el que vivimos, por eso el gobierno está muy interesado en seguir fortaleciendo nuestros vínculos económicos.
—¿Qué es OPIC?
—Es el brazo financiero de desarrollo de Estados Unidos. Esto significa que invierte en proyectos, que van desde puertos, aeropuertos, viviendas, energía o apoyo a pymes que generen prosperidad en los países. Tenemos un portafolio de proyectos de 25.000 millones de dólares a nivel mundial. En unos meses nos convertiremos en corporación de desarrollo financiero.
—¿Qué tan interesante es Latinoamérica para sus inversiones?
—Estamos muy interesados en todo el hemisferio, en el cual nuestros proyectos llegan a unos 6.000 millones de dólares. Precisamente, es la razón por la que hemos venido a Colombia. Redoblamos nuestros esfuerzos, en esta ocasión para impulsar y ayudar a empoderar a las mujeres de la región. Creemos que no hay mejor inversión para generar prosperidad que esta. Cabe decir que en Colombia hemos invertido más de 700 millones de dólares. Desde nuestra fundación, se han destinado más de 3.100 millones de dólares al país.
—¿En qué áreas se enfocan sus inversiones?
—Tanto en Colombia como en el mundo, el foco de las inversiones ha sido bastante similar. Se puede decir que una porción bastante significativa de los préstamos se va a proporcionar a los individuos por la vía de acceso a pymes, así como a potenciar el acceso a servicios financieros, a infraestructura, a la construcción de viviendas económicas para las personas. También, en energía.
Por poner algunos ejemplos de Latinoamérica. En Ecuador estuvimos involucrados en el aeropuerto de Quito. En El Salvador anunciamos inversiones por cientos de millones de dólares para expandir el acceso a la energía en 29% en el país. En Colombia hemos ayudado con la creación de cientos de viviendas baratas y también, como en el resto de la región, con el impulso de proyectos agrícolas, sobre todo en empresas de mujeres.
—¿Tiene más proyectos en mente para Colombia?
—En estos momentos OPIC tiene una cartera de proyectos futuros en Colombia de aproximadamente 300 millones de dólares. Estoy seguro de que este camino seguirá para crear más oportunidades en carreteras, puertos y en la producción de energía. Queremos trabajar con el sector privado para analizar las opciones que puede haber para crear más prosperidad.
—¿Cuál es el mayor reto de Latinoamérica?
—Sin duda, la infraestructura es la mayor necesidad de toda la región, pues es un rubro en el que los países han invertido mucho menos de lo que se requiere. Además, es de los que más aportan al crecimiento del PIB.
—El tema comercial sigue teniendo mucho dinamismo. ¿Cómo ve la mayor presencia de inversiones chinas en la región?
—Hay que decir que Estados Unidos inventó las finanzas para el desarrollo tras la Segunda Guerra Mundial, para reconstruir la devastación en Europa. Al hablar de economías en desarrollo, hay varias recomendaciones. La primera es que las deudas no deben ser un problema para esto. Hay muchas contribuciones que añaden ese riesgo, que a través de la diplomacia de la deuda, muchos acaban perdiendo hasta partes de su territorio nacional. Luego, otros aspectos son el de poder emplear a los trabajadores del país, respetar el medioambiente o tener proyectos sin corrupción y con transparencia. Las obras deben hacerse para durar. Cuando un país busque financiación, no solo debe fijarse en los dólares, sino en todo lo demás.