Trump
Foto archivo

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está furioso por las especulaciones sobre su estado de salud tras acudir el fin de semana a un hospital militar cerca de Washington, según dejó claro este martes en la Casa Blanca.

El mandatario, de 73 años de edad, fue el sábado al hospital Walter Reed para, indicó su oficina, “iniciar su chequeo médico anual”.

Esa visita, que no había sido anunciada y que llega sólo nueve meses después de la anterior, suscitó dudas sobre el estado de salud de Trump.

“He realizado un chequeo médico. Regreso, y mi mujer me dice: ‘Cariño, ¿estás bien? ¿Qué ocurre? Dicen que tal vez tuviste un paro cardíaco”, contó Trump durante una reunión en la Casa Blanca con funcionarios de su gobierno.

“Estuve ahí poco tiempo (…) hice parte (del chequeo), el resto lo haré en enero”, dijo antes de criticar a los medios de comunicación.

“¡Esa gente es enferma! ¡La prensa en este país es peligrosa! No tenemos libertad de prensa en este país, ¡tenemos lo contrario! Tenemos medios corruptos y espero que mejoren”, declaró.

El médico de la Casa Blanca publicó el domingo por la noche un comunicado en el que afirmó que, “a pesar de algunas especulaciones”, Trump no sintió ningún dolor de pecho y no fue diagnosticado ni tratado por problemas “urgentes o agudos”.

En su anterior examen en febrero, el médico Sean Conley dijo que su célebre paciente gozaba de una “muy buena salud”.


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