Donald Trump, presidente de Estados Unidos, denunció este jueves que Irán bloqueó el acceso a Internet durante seis días para ocultar las muertes y la tragedias provocadas por sus propios líderes, y que esas autoridades quieren reducir a cero la transparencia sobre las protestas de los últimos días.
“Irán se ha convertido en un país tan inestable que el régimen apagó todo su sistema de Internet para que el Gran Pueblo Iraní no pueda hablar sobre la violencia tremenda que se está produciendo dentro del país”, escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter.
“¡Quieren transparencia cero, y piensan que así el mundo no se enterará de las muertes y la tragedia que está causando el régimen iraní!”, agregó.
Las protestas en Irán, que estallaron el viernes pasado a raíz de la subida del precio de la gasolina, derivaron en una escalada violenta en la que, según Amnistía Internacional, han fallecido ya al menos 106 personas, aunque las autoridades iraníes no han confirmado una cifra global de víctimas.
El gobierno iraní bloqueó durante seis días el acceso a Internet para coartar la organización de las protestas, aunque este jueves comenzó a restaurar la conexión a la web de forma lenta y parcial.
El presidente iraní, Hasan Rohaní, proclamó el miércoles la victoria sobre los disturbios, que derivaron pronto en críticas contra el sistema teocrático iraní. Sin embargo, el hecho de que Internet siguiera cortado generó mucha incertidumbre hasta este jueves.
La conexión se está restaurando gradualmente en varias provincias y en algunas partes de Teherán. Es una señal de que las autoridades confían en que la ola de descontento está más o menos bajo control.
El lunes, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, condenó rotundamente cualquier acto de violencia del régimen, y exigió que se detuvieran las agresiones y se restaurara inmediatamente el acceso a Internet.
“El mundo está observando a Irán”, advirtió Pompeo en un comunicado.
La Casa Blanca expresó el domingo apoyo a las protestas pacíficas del pueblo iraní. Teharán se quejó este miércoles de la presunta injerencia de Washington. El descontento fue transmitido al embajador suizo, Markus Leitner, que representa los intereses de Estados Unidos en Irán.