En China se administra actualmente la pena de muerte por una variedad de crímenes, aunque la mayoría de los juicios son para casos de asesinato agravado o tráfico de drogas a gran escala.
China se encuentra por encima de todos los países en ejecuciones, aunque algunos otros, como Irán o Singapur, tienen mayores tasas de ejecución per cápita. De hecho, el artículo 49 del código penal chino prohíbe explícitamente la pena de muerte a criminales con menos de 18 años al cometer el crimen.
Uno de los motivos por los que se puede terminar con esta pena es por cometer un delito medioambiental. En este caso, las autoridades revisan en detalle la magnitud de los hechos y la implicación a futuro de los mismos.
Por otro lado, la venta de alimentos envenenados también está referida dentro de las causales para aplicar la pena capital y hace referencia a cualquier tipo de producto para el consumo humano.
Lugares sagrados
Finalmente, el robo en tumbas y lugares funerarios es otro de los causales por los cuales una persona puede terminan en manos de esta decisión. Considerados como lugares sagrados, las autoridades son estrictas con este tipo de dinámicas.
Otros delitos a considerar son: conspiración, golpe de Estado, traición, espionaje, secuestro de un avión, fabricación y transporte de armas, fabricación y venta de medicamentos falsificados, contrabando de reliquias, oro o animales raros, falsificación de dinero, ser maestro del crimen -aquel individuo que enseña a otros a realizar crímenes- y desobediencia en tiempo de guerra.