El diario estadounidense The New York Times publicó este domingo pruebas de que el Ejército ruso ha bombardeado repetidamente y de manera deliberada hospitales en Siria en apoyo al gobierno de Bashar al-Ásad.
Activistas y opositores sirios han acusado en numerosas ocasiones a Rusia de atacar hospitales y otros objetivos civiles, algo que Moscú siempre ha negado.
Según una ONG que documenta agresiones contra médicos en Siria, desde 2011 ha habido al menos 583 ataques contra instalaciones asistenciales de salud, 266 de ellas desde que Rusia comenzó su intervención en septiembre de 2015.
La investigación de The New York Times se centra en cuatro ataques registrados los días 5 y 6 del pasado mes de mayo, un momento en el que fuerzas rusas y del gobierno sirio realizaban operaciones para tratar de arrebatar a los rebeldes uno de sus últimos territorios en el noroeste del país.
El artículo incluye, entre otras pruebas, transmisiones de radio de la Fuerza Aérea rusa e historiales mantenidos por personas que se dedican a vigilar los cielos para advertir sobre posibles agresiones, así como videos de los puntos atacados y testimonios de testigos.
Según el periódico, esos registros de vuelos sitúan a pilotos rusos sobre cada uno de los hospitales bombardeados esos dos días en el momento del ataque. Además, en las grabaciones de audio pueden escucharse a los militares confirmando las coordenadas de cada objetivo y sus disparos.
Los cuatro hospitales figuraban en una lista facilitada a los distintos bandos precisamente para evitar ser atacados.
En agosto, Naciones Unidas anunció la apertura de una investigación después de que varios centros médicos incluidos en ese listado fueran atacados, aunque no se espera que las pesquisas determinen jurídicamente la responsabilidad por las agresiones.