Venezolanos
Foto Venezuela Red Informativa

Unos 200 venezolanos en Santiago esperan con maletas en la calle que su gobierno habilite un vuelo humanitario para volver a su país luego de sufrir lo que llaman «la maldición de chilito»: un estallido social y una pandemia que truncaron el sueño de una vida mejor en Chile.

«Llegué en abril de 2019 con todos los planes de un mejor futuro aquí y encontré trabajo, me sentí bienvenida pero nos cayó la maldición de chilito», dijo Joselin Ferrer, abogada e ingeniera pesquera de 41 años de edad.

Ferrer es una entre los cientos de venezolanos que han quedado en una situación de vulnerabilidad luego de las cuarentenas decretadas a lo largo del país por la pandemia del coronavirus que suma más de 22.000 contagiados y 275 muertos en Chile.

Esta madre soltera espera en un refugio en Santiago con su hija de 12 años un vuelo humanitario que probablemente salga este martes.

Quiere regresar a Lecherías, ciudad costera al noreste de Venezuela, donde se unirá a su hijo de 19 años, y sus padres que hace poco decidieron volver desde Ecuador.

Estallido social y coronavirus

«Como muchos, emigramos cuando en Venezuela la situación ya se puso muy, muy mala, y a los pocos meses aquí vino el estallido social en octubre, perdí un trabajo y ahora en febrero me despidieron como vendedora de un servicio de televisión por cable y me quedé sin dinero para pagar el alquiler», contó.

Los venezolanos en Chile son la primera colectividad de migrantes en el país con 400.000 personas, según registros oficiales de 2019.

Aunque empezaron a llegar en 2010, fue en los últimos tres años que muchos hicieron el viaje por tierra, en buses de hasta 15 días desde Caracas. Chile impuso restricciones migratorias el año pasado que dejaron a miles varados en la frontera con Perú.

«Chile nos brindó el apoyo cuando pudo, yo me voy agradecido, no me faltó trabajo, pero vivía al día para enviar dinero a mi familia en Venezuela. Llegó febrero y la empresa en la que trabajaba quebró y días después vino la maldición del covid-19», lamentó Lenin Padrón, técnico en electrónica de 50 años, que espera regresar a Venezuela este martes.

Coinciden que el «mundo se puso malo por todas partes y toca pelearla», dijo Padrón.

Tampoco esconde la felicidad al pensar en que pronto pueda «estar con todo lo que me hace falta ahorita mismo: mi esposa y mi hija pequeña», contó desde el refugio soñando con llegar a su casa en Guatire.

Por el momento el consulado de Venezuela no atendió los llamados para confirmar si el vuelo de Conviasa previsto para llegar a Santiago este martes con chilenos y venezolanos residentes, se devuelva con estos cientos de venezolanos en carácter de vuelo humanitario.


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