John Barnett
Foto archivo

John Barnett, exgerente de calidad de Boeing, fue encontrado sin vida el pasado lunes. Una amiga cercana, identificada como Jennifer, niega que se haya tratado de un suicidio.

Barnett había denunciado públicamente el uso de piezas de baja calidad en la fabricación de aviones de la compañía.

Jennifer mencionó que Barnett le había expresado su temor a represalias por parte de Boeing. Incluso, le mencionó que si algo le sucedía, no se debía considerar un suicidio.

Barnett había presentado una demanda contra la empresa por represalias después de denunciar las prácticas inseguras, según reseñó el medio argentino Infobae.

“Amaba la vida”

Jennifer describe a Barnett como una persona tranquila y sin miedo a expresar sus opiniones. A pesar de las preocupaciones por su seguridad, él se sentía confiado y seguro de sus acciones. Su muerte ha generado controversia y la familia ha pedido una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.

Jennifer añadió: “Sé que él no se suicidó. No hay manera. Amaba demasiado la vida. Amaba demasiado a su familia. Amaba demasiado a sus hermanos como para hacerles pasar por lo que están pasando ahora”.

La amiga de Barnett considera que a alguien “no le gustó lo que tenía para decir” y quería “callarlo” sin que nada se le volviera en contra.

“Por eso lo hicieron parecer un suicidio”, indicó. “Creo que todos están en la incredulidad y no pueden creerlo”, dijo. “No me importa lo que digan, sé que él no hizo eso”.

A pesar de la muerte de Barnett, su abogado ha confirmado que la demanda contra Boeing seguirá adelante, con un juicio programado para junio de 2024.

Boeing ha expresado su tristeza por la muerte de Barnett y ha ofrecido sus condolencias a la familia. La FAA también ha dicho que está revisando la muerte de Barnett y que tomará las medidas oportunas si se determina que hubo alguna irregularidad.

Quién era Barnett

John Barnett fue un exingeniero de Boeing que testificó contra la compañía por presuntos problemas de seguridad en el 787 Dreamliner.

Fue encontrado muerto el 9 de marzo de 2024. Las autoridades aún están investigando la causa de la muerte, pero algunos amigos y familiares de Barnett creen que no se suicidó.

Barnett había trabajado para Boeing durante 32 años antes de jubilarse en 2017. En 2019, denunció públicamente que la compañía había acelerado la producción del 787 Dreamliner, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros.

También mencionó que los sistemas de oxígeno de emergencia de estas aeronaves tenían una tasa de fallo del 25%.

Boeing rechazó las acusaciones de Barnett en ese momento, pero una revisión posterior de la Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó algunas de sus preocupaciones.

Momento inapropiado

Barnett se encontraba en Charleston para testificar en un caso contra Boeing relacionado con el proceso de fabricación del 737 MAX.

Había sido interrogado por los abogados de Boeing y por sus propios abogados la semana anterior. Tenía previsto volver a comparecer el sábado, pero no acudió a la audiencia.

La muerte de Barnett se produce en un momento en que Boeing está bajo escrutinio por las autoridades de Estados Unidos por un incidente en enero en el que un panel del 737 MAX se desprendió en pleno vuelo.


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