El escritor Sergio Ramírez, en el exilio, alabó la labor de los periodistas en Nicaragua, de los que dijo hacen periodismo desde las catacumbas, como los primeros cristianos, ahora apoyados en las redes sociales e internet.
El también abogado señaló que la situación es similar en otros países donde impera el Estado policial, como Venezuela y Cuba.
En su intervención en la 77 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa recalcó la importancia del uso de las palabras.
“Hablo delante de ustedes no como un político, que dejé de serlo hace mucho tiempo, sino como un escritor comprometido con las palabras que siempre tienen filo”, dijo.
“Es a las palabras con filo a las que temen las dictaduras, sean de izquierda o de derecha. En uno u otro caso los métodos de represión son los mismos y el discurso represivo es el mismo, lo que cambia es el disfraz ideológico, la retórica”, agregó.
Periodismo desde las catacumbas
Ramírez recordó asimismo como en la Nicaragua de finales de Anastasio Somoza los periodistas generaron una forma de comunicar los desmanes de la dictadura. “Fue novedosa, se hizo dentro de las iglesias. Desde el altar mayor, a veces sin luz eléctrica y a la luz de una vela, los locutores leían los boletines mientras la gente se agolpaba en la nave para escuchar. A ese periodismo se le llamó periodismo de las catacumbas”, señaló.
Dijo que en Nicaragua la historia tiene un mecanismo vicioso que la hace repetirse. “Es una anomalía fatal que aún no se corrige. Una dictadura provoca una revolución para derrocar a un dictador y esta revolución crea un nuevo dictador que a la vez inicia un nuevo ciclo de opresión”, señaló.
“Somoza engendra a Ortega y, el dictador ofendido por la palabra libre, cierra y ocupa los medios de comunicación, encarcela a los periodistas y los fuerza al exilio. Es la historia mordiéndose la cola”, agregó.
Presos políticos
Enumeró, de igual forma, los periodistas presos por el régimen de Daniel Ortega. “Estos periodistas se hayan entre los cerca de 150 presos políticos, 7 de ellos candidatos presidenciales, dirigentes políticos y de organizaciones cívicas y de derechos humanos, dirigentes campesinos, estudiantes, empresarios y banqueros, sin juicios o con juicios amañados, sin el debido proceso, sin derecho a la defensa, sin abogado, sin asistencia médica y bajo condiciones inhumanas”, puntualizó.
Pidió no olvidarlos. Señaló que Ortega convirtió a Nicaragua en una gran cárcel.
Dijo que decenas de periodistas han tenido que huir a través de las fronteras. “Otra vez tenemos un periodismo de catacumbas, solo que ahora no en las iglesias a la luz de las velas sino a través de las redes sociales, desde la clandestinidad, dentro de Nicaragua o desde el exilio, los periodistas, auxiliados por corresponsales anónimos, lo hacen a través de emisiones en Youtube, en Facebook Live, a través de podcast o en blogspot”, indicó.
Las palabras
Ramírez señaló que los periodistas solo podrán ser silenciados por un gran apagón de internet.
“Como nunca el periodismo de las catacumbas es dueño de las palabras que la dictadura no puede quitar de la boca de quienes, entre las penurias del exilio o los riesgos de la clandestinidad, defienden la libertad de expresión y el derecho de informar”, manifestó.
Explicó que “la dictadura” quiere un país “inmovilizado por el miedo y el silencio”, mientras prepara “una farsa electoral que no tiene la menor legitimidad”.
Ramírez afirmó asimismo que la lucha en América Latina está planteada muy claramente entre dictadura y democracia.
Asamblea General de la SIP
El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, dio el discurso de apertura de la Asamblea General. Dijo que ese espacio de discusión, que se extenderá hasta el 21 de octubre, se debatirá sobre la sustentabilidad de los medios de comunicación.
“No hay un único camino y como asociación estamos tratando de identificar mejores vías de negociación”, señaló.
Recordó que la SIP está inmersa en una campaña en la que las plataformas digitales paguen a los medios por el uso de sus contenidos. “Las plataformas no están siendo transparentes en materia de publicidad, sobre sus ingresos y sobre algoritmo, lo que pone en seria desventaja a los medios de comunicación”, señaló.
“Estamos seguros que las plataformas digitales entenderán que, en parte, son responsables de la fragilidad de la industria de los medios. Y estamos seguros que entenderán que no puede haber verdadera democracia sin medios sustentables”, manifestó.
Gabriela Cañas, presidenta de la agencia de noticias EFE, indicó que además de los tradicionales ataques sufridos por la prensa se suma la crisis del modelo de negocio. “Hallar un modelo sostenible es crucial para la libertad de expresión y por tanto para la propia democracia”, afirmó.