Los sensores de radiación en Estocolmo han detectado niveles de isótopos producidos por fisión nuclear más altos de lo normal pero aún inofensivos. Probablemente desde algún lugar del Mar Báltico o cerca, dijo el viernes la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares.

La Organización del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares supervisa una red de cientos de estaciones de monitoreo que utilizan tecnología sísmica, hidroacústica y de otro tipo para verificar una prueba de armas nucleares en cualquier parte del mundo. Sin embargo, esa tecnología también puede utilizarse para otros usos.

Una de sus estaciones que escanea el aire en busca de radionúclidos, unas partículas radiactivas que el viento puede transportar largas distancias, detectó niveles inusualmente altos de tres radionucleidos a principios de esta semana: cesio-134, cesio-137 y rutenio-103, publicó la agencia de noticias Reuters.

Lassina Zerbo, jefe de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares, publicó un mapa que mostraba de dónde podrían haber salido las partículas en las 72 horas anteriores a su detección: un área grande que cubre las puntas de Dinamarca y Noruega, así como el sur de Suecia, gran parte de Finlandia, países bálticos y parte del oeste de Rusia, incluido San Petersburgo.

«Estos son ciertamente productos de fisión nuclear, probablemente de una fuente civil», dijo una portavoz del la organización, con sede en Viena, refiriéndose a la reacción en cadena atómica que genera calor en un reactor nuclear.

«Podemos indicar la región probable de la fuente, pero está fuera del mandato de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares identificar el origen exacto», agregó.


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