Ucrania
Foto: GETTY IMAGES

Las fuerzas de Rusia bombardearon ciudades ucranianas por tierra, aire y mar, con advertencias de que preparaban un asalto a la capital Kyiv, mientras civiles aterrorizados intentaban salir del asediado puerto de Mariúpol.

El implacable ataque ruso llevó a más de 1,5 millones de personas a salir de Ucrania y muchos más han sido desplazados dentro del país o están atrapados en ciudades atacadas por Rusia.

Las sanciones internacionales que apuntan a castigar a Moscú no han logrado frenar la invasión, y Washington admite que discute con Europa prohibir la importación de petróleo ruso.

Ese comentario llevó la cotización del crudo Brent a su precio más alto en 14 años, al tiempo que los mercados asiáticos caían el lunes.

En el terreno, el intenso bombardeo continuó por la noche en la ciudad de Járkov, que ha soportado ataques sin tregua desde hace varios días.

Las autoridades ucranianas indicaron que ciudades en todo el país están bajo ataque.

«El enemigo continúa la operación ofensiva contra Ucrania, enfocado en rodear a Kyiv, Járkov, Chernígov, Sumy y Mykolayiv», precisó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas en un comunicado.

Las fuerzas rusas «comenzaron a acumular recursos para atacar a Kyiv», agregó el comunicado.

En el sur del país, autoridades militares regionales dijeron que Rusia había bombardeado la ciudad de Tuzly en la región de Odesa, donde dañó «sitios cruciales de infraestructura» aunque sin dejar heridos.

En Járkov, las bombas rusas golpearon una universidad y un edificio residencial.

En la maraña de madera astillada y metal destrozado esparcidos por el suelo frente al edificio de apartamentos había varios cadáveres al lado de un vehículo.

Las piernas de una persona, vestida con pantalones marrón y botas, se observaban junto a la parte trasera del vehículo, con el techo hundido por los escombros.

«Asesinato intencional»

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, se enfureció por la destrucción y muerte, acusando a las tropas rusas de «asesinato intencional», en un discurso.

«No perdonaremos, no olvidaremos, castigaremos a todos quienes cometieron atrocidades en esta guerra contra nuestra tierra», afirmó. «No tendrán un lugar tranquilo en esta Tierra salvo la tumba».

Cientos de civiles han muerto y miles resultaron heridos, con flujos interminables de personas, en su mayoría niños y mujeres, que salen a Polonia, Rumanía o Moldavia en busca de refugio.

Más de 1,5 millones de personas han salido del país, pero muchos otros permanecen atrapados en la ciudad portuaria de Mariúpol, donde un nuevo intento de permitir la salida de civiles colapsó el domingo.

Ambas partes se acusan mutuamente de romper un acuerdo de alto el fuego en Mariúpol, y el Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió de «devastadoras escenas de sufrimiento humano» en esa ciudad estratégica del mar de Azov.

La organización señaló que los esfuerzos para que unas 200.000 personas salgan de la ciudad serán imposibles sin «un acuerdo detallado y funcional» entre las dos partes.

Una familia que logró salir de la ciudad describió las condiciones lúgubres al llegar a Dnipro, en el centro de Ucrania.

«Pasamos siete días en un sótano sin calefacción, electricidad o internet, y se nos acabaron el agua y la comida», contó una persona que pidió anonimato.

«En la carretera vimos cuerpos por todas partes, rusos y ucranianos… Vimos que las personas fueron enterradas en sus sótanos», agregó.

Putin promete «neutralizar»

En tanto, el alcalde de Irpin, un pequeño poblado en las afueras de Kyiv, dijo haber visto a dos adultos y dos niños muertos «frente a mis ojos» cuando les cayó una bomba.

«Es insolencia, ellos son monstruos. Irpin está en guerra, Irpin no se ha rendido», escribió el alcalde Oleksandr Markushyn en la red Telegram. Admitió que parte de la ciudad está en manos rusas.

Periodistas de AFP vieron a civiles trepados en un puente bombardeado en medio de los disparos de artillería a su alrededor. El cuerpo de un civil muerto al huir yacía en el carretera, parcialmente cubierto por una frazada.

Países occidentales han impuesto sanciones sin precedentes contra empresas, bancos y oligarcas para asfixiar la economía rusa y presionar a Moscú a detener su asalto.

Otras acciones punitivas, como la prohibición de importar petróleo ruso, podrían ser adoptadas si Putin no cambia de curso, advirtieron gobernantes occidentales.

Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, equiparó las sanciones con una declaración de guerra y advirtió que Kyiv está «poniendo en duda el futuro del Estado ucraniano».

Las sanciones han obligado a Moscú a restringir la venta de bienes esenciales para evitar la especulación, mientras el domingo, el gigante de las tarjetas de crédito American Express suspendió sus operaciones en Rusia, un día después de que Visa y Mastercard tomaron medidas similares.

Putin ha prometido que Rusia logrará «neutralizar» a Ucrania, «ya sea por la negociación o por la guerra».

Pero las expectativas en torno a una tercera ronda de conversaciones ruso-ucranianas este lunes permanecen bajas.

Kyiv se prepara

La OTAN rechazó el pedido ucraniano de instaurar una zona de exclusión aérea por temor a que provoque la extensión del conflicto a otros países.

Putin amenazó con «consecuencias colosales y catastróficas no solo para Europa, sino también para todo el mundo» si se impone esa zona de exclusión aérea.

Mientras tanto en Kyiv, los soldados han sido vistos preparándose para el esperado ataque ruso a la capital. Han colocado explosivos en lo que dicen ser el último puente intacto en el camino de las fuerzas rusas.

Kyiv ha urgido a los países occidentales aumentar su asistencia militar para enfrentar la invasión.

Una andanada de misiles rusos destruyó el aeropuerto de Vinnytsia, en el centro de Ucrania, dijo Zelenski al reforzar su pedido de ayuda.

Moscú también advirtió a los vecinos de Ucrania abstenerse de acoger aviones militares de Kyiv, al señalar que podrían terminar envueltos en el conflicto armado.

Blinken aseguró que Washington «trabaja activamente» por alcanzar un acuerdo con Polonia para enviarle aviones estadounidenses.

Por otro lado, hay preocupación por la seguridad de los sitios nucleares ucranianos tras los ataques rusos del viernes sobre la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa.

La agencia nuclear de la ONU expresó «grave preocupación» por la situación de la planta, y Francia anunció que enviará a Ucrania tabletas de yodo que ayudan a proteger contra los efectos de la exposición a la radiación.


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