París Xi
EFE/EPA/GONZALO FUENTES

Reporteros sin Fronteras (RSF) organizó este lunes una acción de protesta en París, una más de las que han venido a denunciar la represión del régimen chino, coincidiendo con la visita del presidente, Xi Jinping, recibido desde esta mañana por su homólogo francés, Emmanuel Macron.

La acción se desarrolló poco antes de las 8.00 locales (6.00 GMT) en el Arco de Triunfo con un camión de publicidad en cuya caja había un cartel gigante con una imagen de un brindis entre Macron y Xi, y el mensaje «119 periodistas encarcelados por el régimen chino».

El director general adjunto de RSF, Thibault Bruttin, se dirigió a los medios para recordar que China es «la mayor cárcel de periodistas» del mundo, y se quejó también de la rápida intervención de la policía, que impidió al camión realizar el recorrido que tenía programado, en particular por la avenida de los Campos Elíseos.

La de RSF es una más de las acciones para denunciar la acogida con gran pompa del dirigente chino que ha organizado el presidente francés, que a partir de las 11.00 locales (9.00 GMT) lo recibe en el Palacio del Elíseo, para una entrevista en la que también participa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Macron le ofrece por la tarde una ceremonia oficial de acogida en un lugar tan solemne como los Inválidos de París, y a continuación de nuevo en el Palacio del Elíseo ambos mandatarios mantendrán una entrevista cara a cara antes de que se añadan a ellos sus respectivas delegaciones.

Esta secuencia termina con una declaración de los dos mandatarios a la prensa, sin preguntas, seguida de los discursos de clausura de unos «encuentros económicos franco-chinos» con miembros de los gobiernos de ambos países.

La primera jornada de la visita de Estado concluye, una vez más en el Palacio del Elíseo, con una cena en honor de Xi y de su esposa, Peng Liyuan.

El martes, Macron ha organizado para el presidente chino una visita a los Pirineos, en una región con la que mantiene vínculos desde su niñez, para continuar las discusiones en un ambiente más personal y menos protocolario.

Los principales temas de la agenda entre los dos jefes de Estado son las crecientes tensiones comerciales y económicas entre China y la Unión Europea (UE), que acusa a Pekín de subvencionar de forma masiva sectores como el de los coches eléctricos o los módulos fotovoltaicos.

También el conflicto en Oriente Medio y, sobre todo, la guerra en Ucrania, teniendo en cuenta que Rusia se ha convertido todavía más en el principal apoyo económico de Rusia desde que Vladimir Putin lanzó la invasión del territorio ucraniano en febrero de 2022 y se estableció un estricto régimen de sanciones económicas contra Moscú, que no ha conseguido ahogar su economía.

Durante el fin de semana, ha habido acciones de protesta contra el trato que Macron da a Xi por parte de varias ONG y colectivos de defensa de la comunidad uigur y de los tibetanos.

El cabeza de lista socialista en Francia a las elecciones europeas de junio, Raphaël Glucksmann, critica este lunes en un artículo a Macron que despliegue «la alfombra roja» a Xi, y que, una vez más, vaya a «justificar esa obsequiosidad frente a un dictador por la necesidad de ser realista».

Glucksmann insiste en que la «guerra de Vladimir Putin en Ucrania (…) está apoyada financiera y diplomáticamente por el presidente chino. Sin la ayuda de China, Rusia no habría podido hacer frente a las sanciones occidentales».


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