Antes de fallecer, Lauren Bruner tenía claro que quería que sus restos reposaran junto a sus compañeros caídos en el bombardeo de Pearl Harbor en 1941.

El ataque, que cambió el curso de la historia y provocó la entrada de Estados Unidos a la II Guerra Mundial, dejó más de 2.400 soldados estadounidenses muertos, 1.177 de ellos en el USS Arizona, donde servía Bruner, entonces un joven marinero de 21 años.

Bruner, que falleció en septiembre a los 98 años, era uno de los últimos sobrevivientes del bombardeo de Japón el 7 de diciembre de 1941 a esa base ubicada en el estado de Hawái, un archipiélago en el Pacífico. Y este sábado, durante una ceremonia por el 78 aniversario del ataque, una urna con sus cenizas fue depositada en el fondo del mar, lugar donde reposa el navío.

El ex militar había expresado hace años su deseo de ser enterrado junto a sus compañeros caídos en aquel fatídico día.

«Es el último tripulante sobreviviente del USS Arizona que regresa a su barco y a sus compañeros», dijo a la AFP Jay Blount, portavoz de Pearl Harbor National Memorial.

Será el 44º sobreviviente que será enterrado en el barco. Los restantes tres marineros vivos que sobrevivieron el ataque expresaron que quieren ser enterrados junto a sus familiares.

Uno de ellos, Lou Conter, de 98 años, asistió a la ceremonia junto a unos 120 miembros de la familia de Bruner.

Después de la ceremonia, en horas de la tarde, buzos militares y del Servicio de Parques Nacionales tomaron la urna con las cenizas de Bruner y la bajaron hasta su lugar de descanso final en los escombros del casco del barco, dijo Blount.

«Estaré feliz de verlos»

Bruner era uno de seis hombres replegados al fondo del acorazado condenado después de que una aeronave japonesa lo bombardeara.

Se salvaron porque un marinero a bordo de una embarcación cercana les lanzó una cuerda, que Bruner, gravemente quemado y con dos disparos en la pierna, logró agarrar.

El presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt describió entonces el ataque sorpresa a esta base cerca de Honolulu como «una fecha que vivirá en la infamia».

De los 1.177 marineros e infantes de Marina a bordo del USS Arizona muertos en el ataque, los cuerpos de más de 900 jamás fueron encontrados, según el Servicio de Parques Nacionales.

Bruner sirvió en la II Guerra Mundial después de recuperarse de sus heridas, luchando en batallas en las Islas Aleutianas y en el Pacífico sur. Se retiró de la Marina en 1947.

En una conferencia de prensa en 2014 indicó por qué decidió que la urna con sus restos cremados fuera enterrada en el barco hundido.

«Lo medité por un largo tiempo», dijo. «Toda mi familia y amigos están enterrados en varios cementerios, pero parece que después de un tiempo nadie les presta atención… Espero que mucha gente aún siga viniendo al Arizona, estaré feliz de verlos», expresó.

 


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