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Los que sobrevivían a las cámaras de gas eran obligados a vivir en barracas y a trabajar 14 horas al día, sin importar las condiciones climáticas | Foto BELGAIMAGE/AFP

Recordar para evitar que se repitan hechos que llenaron de dolor a tantas personas en el mundo. Así describe María Royo, jefa de Comunicaciones de la Federación de Comunidades Judías de España, la importancia de dar a conocer lo que fue el holocausto y los daños que causó.

El Holocausto fue un genocidio que ocurrió en Europa contra los judíos. El hecho se registró durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial bajo la Alemania nazi. Los asesinatos se ejecutaron a lo largo de todos los territorios ocupados por Alemania en Europa.​

«Quiero ser optimista y pensar que sí, que tenemos sociedades más justas, libres y respetuosas, al menos, en ciertas partes del mundo. Pero vemos aún mucho sufrimiento humano en otras zonas. La sociedad no olvidará el Holocausto mientras haya personas dispuestas a recordarlo. Elie Wiesel dijo que cuando uno escucha a un superviviente del Holocausto, se convierte en testigo. Somos muchos los testigos que estamos dispuestos a que no caiga en el olvido», dijo Royo en una conversación con El Nacional.

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María Royo

Reconoce que en el mundo hay personas que promueven las ideas antisemitas. Por ello, está segura de que se debe realizar un trabajo en la educación para formar a los niños y jóvenes sobre lo que significó el Holocausto.

«Convencer a un antisemita de que está equivocado se antoja misión casi imposible. Hay que atajarlo antes. Y la educación es la clave. La cultura judía y el Holocausto tienen que estudiarse en los colegios. Los niños tienen que conocer que el judaísmo no es algo oscuro y extraño como se ha pretendido en algunos momentos de la historia. El Judaísmo aporta unos valores al ser humano y a la sociedad que son positivos para todos. Conocer al desconocido hace que se rompan los prejuicios contra él. Por eso es tan importante que los planes de estudio recojan estos capítulos, muy presentes en la historia de España, por ejemplo».

«Es necesaria la formación en el sistema educativo, apoyado y completado con la organización y difusión de actividades que conciencian sobre este hecho. En España, por ejemplo, en el entorno del día 27 de enero, constituído por la Unión Europea como día Internacional del Recuerdo a las Víctimas del Holocausto y Crímenes contra la Humanidad, se organizan numerosos eventos conmemorativos, en los que se recuerda a las víctimas y se renueva el compromiso de permanecer alerta. Hay todavía una labor de convencimiento de las instituciones para que se sumen a estos actos de recuerdo. Cuando los políticos o los dirigentes sociales escuchan de primera mano el testimonio de un superviviente, algo cambia en su interior. No quedan impunes», agregó.

Que el Holocausto no se repita

También explicó que la manera para evitar que otro hecho como el Holocausto se repita, es necesario «tener conciencia de que todos los seres humanos buscamos lo mismo: la felicidad que viene a través del bienestar propio y de los nuestros. Que existe el derecho a la diferencia, el respeto y la tolerancia. Tener la alerta muy despierta ante casos de injusticia y extremismos. En definitiva, fijarnos en lo que ya ha sucedido para evitar que vuelva a suceder».

Sin embargo, insistió en que la información es la clave. Por eso, cree que la formación de los ciudadanos ayuda a desmontar aquellas teorías que insinúan que el Holocausto no existió o que no fueron tantas las víctimas.

«El antisemitismo efectivamente se propaga en los extremos, de izquierda y de derecha. También existe todavía ignorancia y falta de interés por obtener información fidedigna de lo sucedido. Tesis absolutamente paranoicas que defienden que el Holocausto no existió o no se asesinó a tanta gente, todavía encuentran eco en algunos grupos. La defensa de los valores judíos viene de conocer la verdad que está muy bien documentada, de acudir a la ley para contrarrestar acciones antisemitas. Afortunadamente hay países que contemplan el antisemitismo como un delito», concluyó.


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