Descuartizados-PERÚ
Luego del hallazgo de restos humanos en los distritos de San Martín de Porres y en el Rímac, la PNP identificó a las víctimas | Foto: Cortesía

Jafet tenía 24 años de edad y Rubén, 22 años de edad. El pasado domingo, ingresaron a un hospedaje en San Martín de Porres. Al día siguiente sus restos descuartizados aparecieron por partes en tres puntos de la capital.

El caso no solo ha causado conmoción por su brutalidad sino que también ha mostrado un nuevo nivel en los crímenes que estarían realizados con mafias de drogas en el país.

El primer hallazgo ocurrió durante la madrugada del 9 de setiembre en el antiguo terminal de Fiori. En el lugar se encontraron torsos de dos personas. Más tarde, entre las 11:00 am y 12:00m, se hallaron extremidades en otro sector del distrito y en el Rímac. Las cabezas aún no han sido encontradas por lo que la identificación de las víctimas no fue inmediata.

Jafet Caleb

Los primeros restos en identifiarse fueron los de Jafet Caleb Torrico Jara, de 24 de edad. Nació en Ica y vivió hasta hace un mes en Ventanilla. Trabajaba como cobrador en la empresa Chimpún Callao S. A – OP, que cubre la ruta de Ventanilla – Ate.

Hugo Viggio, de 80 años de edad, tío de Caleb Torrico, contó El Comercio que su sobrino era una persona tranquila y miembro de una congregación religiosa.

Jafet Caleb Torrico Jara, natural de Ica, es una de las víctimas | Foto: Cortesía

Indicó que la víctima tenía cinco hermanos y que sus padres son personas de bajos recursos. Su padre es pastor de una iglesia.

“Por mi cuenta fui a conversar con la dueña del cuarto donde vivía Caleb, en Ventanilla, desde hace nueve meses. Me dijo que desde hace un mes ya no vivía allí por falta de dinero y que tenía amistades de extranjeros que trabajan en una empresa de transportes como cobradores”, narró.

Rubén Mauricio

La segunda víctima en identificarse es un joven venezolano de 22 años. De acuerdo con fuentes policiales, los restos de Rubén Mauricio Matamoros Delgado fueron reconocidos por sus familiares en la morgue de Lima por los tatuajes que tenía en los brazos. Uno de estos tenía el nombre ‘Adalys’, de su madre.

Según informa el diario Perú 21, los padres del joven afirmaron que había llegado al Perú hace tan solo un mes y trabajaba como ambulante informal en las inmediaciones del hotel.

Sin embargo, no fue su primera vez en Perú.

Migraciones confirmó a El Comercio que el joven de 22 años había sido expulsado del Perú el pasado 10 de mayo por la Policía Nacional del Perú.

Un video difundido por el Ministerio del Interior, en esa fecha, muestra a Matamoros Delgado entre los 40 ciudadanos de nacionalidad venezolana que fueron deportados del país como parte de la segunda expulsión del Plan Migración Segura 2019.


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