Cuba se enfrenta en estos días a la que podría ser su peor crisis energética desde la década de 1990, una vez que se han interrumpido parcialmente los envíos de diésel desde Venezuela | EFE / Ernesto Mastrascusa

En momentos en que el gobierno de Cuba afirma que la causa de la crisis energética y las consecuentes restricciones para la población se deben a las sanciones que Estados Unidos impuso a Pdvsa, fuentes ligadas a la producción petrolera venezolana afirman que en agosto salieron 130.000 barriles diarios con destino a la isla.

El discurso oficial de Miguel Díaz-Canel, presidente de la isla, es que los cubanos deben resistir una vez más las medidas tomadas por el gobierno estadounidense.

Otros analistas opinan que llega poco crudo a Cuba porque en Venezuela la producción ha mermado sustancialmente.

Iván Freites, secretario de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo de Venezuela, tiene datos que contradicen estas afirmaciones. Asegura que, pese a la situación, el país ha enviado hidrocarburos a Cuba en cantidades suficientes para satisfacer la demanda interna de la isla: «Pero (el gobierno cubano) prefiere sacrificar a su pueblo que dejar de vender el petróleo».

Freites precisó que solo en el mes de agosto desde Venezuela salieron con destino a Cuba 130.000 barriles de petróleo diarios.

Buque Manuela Sáenz | Foto: JEFFREY MEAD

De hecho, el 9 de septiembre zarpó el buque Manuela Sáenz hacia el puerto de Cienfuegos en una operación que Freites catalogó como «la mayor estafa».

«Ese cargamento tuvo un costo de 2.130 dólares, cuando el precio verdadero está por el orden de los 10 a los 30 millones de dólares», denunció.

Mercado interno

Freites reveló que los envíos de hidrocarburos venezolanos a la nación caribeña comprenden desde crudos pesados y livianos, hasta distintos productos derivados como gasolina, diesel, aceites lubricantes y fuel oil, entre otros.

Añadió: «Es importante que se sepa que el acuerdo firmado entre Chávez y Fidel establece que Cuba es considerada como cabotaje».

El cabotaje es el término empleado para referirse al trasporte de petróleo entre los puertos de un mismo país.

«Es decir, que lo que consume Cuba es considerado como mercado interno venezolano. En cabotaje no se pagan los fletes que se cancelan a escala internacional», explicó.

«La Asamblea Nacional tiene que eliminar ese acuerdo con Cuba», enfatizó.

¿Qué es lo que sucede en Cuba?

La semana pasada, Díaz-Canel anunció una serie de medidas ahorrativas, debido a que el sábado 14 de septiembre ingresó un último buque con hidrocarburos a la isla, que será su única reserva por lo menos hasta octubre.

Conductores hacen largas filas en La Habana ante la escasez de combustible | AFP/ Yamil Lage

Las restricciones han involucrado la paralización de las industrias de acero y cemento, la disminución drástica del transporte público, el reajuste de las actividades académicas, cortes de energía eléctrica, suspensión de festividades y eventos deportivos.

Oficialmente, las medidas se mantendrán solo por 15 días.

«En octubre volveremos a una situación relativamente normal», aseguró Díaz-Canel.

El régimen cubano espera la llegada de otros tanqueros al final de mes. Además, «cuenta con atraer más inversiones extranjeras en su mayor bolsa comercial, la Feria de La Habana 2019, que se celebrará en noviembre», reseñó Efe.

José Toro Hardy, economista experto en materia de hidrocarburos, revela algunas aristas de la crisis cubana, la cual a su juicio no es solo una consecuencia de la situación de la industria petrolera venezolana.

«Estados Unidos activó hace unos meses unos apartados de la Ley Helms Burton. Se trata de una imposición de sanciones a quienes se beneficien de bienes que hayan sido expropiados por el régimen cubano. Con ello, le está entrando mucho menos dinero a Cuba, incluso por el renglón de turismo», dijo.

No disminuyen los envíos

Toro Hardy indicó que normalmente Venezuela envía un promedio de 100.000 barriles diarios a Cuba.

Aunque podría suponerse que el descenso de la producción de petróleo en Venezuela puede haber incidido en una disminución de envíos a Cuba, Freites declaró que no es así.

«Independientemente del estado de la producción en Venezuela, lo que va para Cuba y lo que va para el contrabando es intocable. Aquí se sacrifica al mercado interno, a los venezolanos, para cumplir con Cuba y con el contrabando», dijo.

«Es falso que haya bajado el envío de petróleo a Cuba, lo que pasa es que la dictadura cubana hace lo mismo que se hace aquí: sacrifica a su pueblo y prefiere venderlo en el mercado internacional», reiteró.

Uno de los sectores más afectados por las medidas de ahorro es el transporte | EFE / Ernesto Mastrascusa

Freites indicó que el convenio Cuba-Venezuela es un negocio, ya que la isla recibe productos petroleros a un costo irrisorio y lo vende a precios internacionales.

«En los países aliados del régimen de Maduro pasa algo muy peculiar: Bolivia no produce cobre y vende cobre, las islas del Caribe no tienen oro y venden oro, Cuba no tiene petróleo y vende petróleo», recalcó.

En busca de un sustituto petrolero

Cuba ya vivió una gran crisis, denominada «período especial», cuando la Unión Soviética dejó de subsidiar la economía de la isla. Muchos cubanos de a pie temen que vuelva a ocurrir algo parecido si Venezuela deja de ser el proveedor seguro.

Toro Hardy analiza las posibles salidas que tendría el régimen cubano y concluye que la petrolera rusa Rosneft podría asumir el papel de proveedora de petróleo.

«Puede que la petrolera rusa Rosnef les venda, pero sería bajo condiciones comerciales normales, no con acuerdos tan beneficiosos como los que tiene con Venezuela».

Hugo Chávez fue el artífice de la relación de dependencia que tiene Cuba de Venezuela.

«Moscú llegó a enviar anualmente a La Habana 13 millones de toneladas de petróleo. Hacia 1986 la principal entrada de divisas para Cuba no fueron ni el azúcar ni el níquel, sino el petróleo ruso que ahorró y después reexportó al mercado internacional», reseña Radio Televisión Martí.

Fidel Castro junto a Nikita Kruschev, dirigente de la URSS / Cortesía

Cuando la Unión Soviética retiró su apoyo, «el producto interno bruto cubano cayó 35%, disminuyeron las producciones de sus principales rubros exportables, la inflación pasó de 0,5% al 26%, las exportaciones descendieron 80% y las importaciones decrecieron 75%. Esto último provocó una aguda escasez de alimentos, combustibles, manufacturas e insumos de todo tipo», indica Radio Televisión Martí.

«De ese período de medidas especiales y racionamiento salen cuando Chávez comienza a mandar incluso más de lo que enviaba la URSS», indicó Toro Hardy.

Venezuela, el mecenas oportuno

Cuando, en 1999, el teniente coronel tomó posesión de la Presidencia de la República de Venezuela, Castro estuvo presente. En adelante, se entabló la amistad entre ambos.

Hugo Chávez viajó a Cuba para dictar una conferencia sobre el MBR 200, en 1994 | DIARIO DE LAS AMÉRICAS

En 2000, Fidel Castro y Hugo Chávez firmaron en Caracas el Convenio Integral de Cooperación, «animados por el deseo de fortalecer los tradicionales lazos de amistad entre los dos países».

Este acuerdo establece en su artículo 3 que «la República Bolivariana de Venezuela se compromete a proveer a la República de Cuba −a solicitud de esta y como parte de este Convenio Integral de Cooperación− bienes y servicios que comprenden asistencia y asesorías técnicas provenientes de entes públicos y privados, así como el suministro de crudos y derivados de petróleo a 53.000 barriles diarios».

Con base en ese tratado, Cuba logró recuperar la estabilidad de los años en que su mecenas era la Unión Soviética. Expertos en materia petrolera afirman que el trato con Venezuela es incluso más beneficioso para Cuba que el que tuvo con el bloque socialista.

 


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