El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este viernes los tratados de anexión con los líderes de las regiones ucranianas ocupadas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

En la ceremonia de la firma, que tuvo lugar en la sala San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, participaron los líderes separatistas de los cuatro territorios ucranianos, Denis Pushilin, Leonid Pásechnik, Vladímir Saldo y Yevgueni Balitski, respectivamente.

Tras la firma, los centenares de invitados aplaudieron, mientras que el mandatario ruso estrechó la mano a los cuatro jefes prorrusos y sonó el himno de Rusia.

Tras la última nota, Putin, Pushilin, Paséchnik, Saldo y Balitski juntaron sus manos y formaron un semicírculo para vocear «Rusia, Rusia, Rusia».

Los invitados al acto -los presidentes de la Duma del Estado o Cámara baja, Viacheslav Volódin, y del Senado, Valentina Matviyenko, miembros del gobierno ruso, diputados, senadores, líderes religiosos y gobernadores, entre otros- se pusieron de pie y se sumaron a viva voz al grito.

La firma de la anexión de estas regiones del este y sur de Ucrania, que Rusia solo controla parcialmente, se produjo después de que Putin pronunciara un discurso de 38 minutos de duración en el que defendió la elección «inequívoca» de los ciudadanos de las cuatro provincias, pidió a Ucrania que cese de inmediato el fuego y prometió que defenderá el territorio ruso con todos los medios.

El presidente de Rusia dio este paso después de reconocer la víspera la independencia de Zaporiyia y Jersón, algo que ya hizo el 21 de febrero con las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.

Previamente, Putin también informó al presidente de la Duma de la solicitud formal que le dirigieron el pasado día 28 los jefes prorrusos de las cuatro provincias ucranianas para integrar sus territorios en la Federación Rusa, tal y como le obliga la Constitución del país.

Se trata de la segunda anexión por Rusia de un territorio ucraniano en algo más de ocho años, después de la que efectuó con la península de Crimea en marzo de 2014.

Al igual que entonces, cuando los crimeos celebraron un referéndum de anexión, que contó con el apoyo de 96,77% de los votantes, según la versión rusa, en este 2022 también se produce la absorción de las cuatro provincias ucranianas ocupadas tras seudoconsultas.

Entre 87% y 99% de los ciudadanos respaldaron la anexión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón a Rusia, según las autoridades prorrusas.

Rusia se anexiona en torno a 15% del territorio de Ucrania o unos 100.000 kilómetros cuadrados, algo más que la extensión de países como Hungría y Portugal o algo menos que la de Bulgaria.

La Federación Rusa, que cuenta con más de 147 millones de habitantes, superará los 150 millones tras el proceso de anexión.

Putin da este paso en el octavo mes de la campaña militar en Ucrania y tras sufrir importantes derrotas en el norte y el noreste del país vecino, al que atacó el 24 de febrero.

También efectúa este movimiento, considerado ilegal y nulo por la comunidad internacional, tras decretar el pasado día 21 una movilización parcial de 300.000 reservistas para reforzar las tropas rusas en Ucrania.

La práctica totalidad de la comunidad internacional, al igual que Ucrania, ya han afirmado que no reconocerá la anexión. Ni siquiera socios tradicionales de Moscú como China, la India o Serbia apoyan este paso de Putin.


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