Asociación de la Prensa de Madrid

El hombre es un animal de costumbre. No sé quién habrá sido el animal que lo dijo, pero coincido. Soy un mamífero gregario y gremialista, asociado desde siempre, al Colegio Nacional de Periodistas (CNP) de Venezuela y ahora, en mi exilio, miembro de la Asociación de Prensa Extranjera de Milán (SEM) en Italia, porque, justamente como Lope de Vega, el mayor dramaturgo español, lo escribe en su obra teatral: “Fuenteovejuna… ¡Todos a una!”.

A causa del régimen instaurado por Chávez-Maduro, el país sudamericano enfrenta «la época de mayor opacidad y oscuridad informativa en los últimos 62 años, desde aquel 23 de enero de 1958 cuando Venezuela decidió que quería vivir en democracia», según el CNP.

Con actos de intimidación, retención, violencia y censura, han sumergido a la nación en la desinformación más absoluta, con el agregado reciente que la multinacional estadounidense AT&T Inc. procedió al cierre en Venezuela del servicio de televisión por cable Directv.

Y España, la madre Patria, cuna de Lope de Vega, ¿correrá el peligro de alcanzar una situación similar? Se lo preguntamos a Juan Caño, otrora redactor jefe de Europa Press, delegado de la agencia Efe en Londres y en Washington y director o fundador de más de una docena de revistas, y hoy presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), que reúne 5.055 periodistas, creada en 1895 con los objetivos básicos de la defensa de las libertades de información y expresión. Su ámbito territorial es la Comunidad de Madrid, y… ¡todos a una!

─La APM celebra su 125 aniversario, ¿el actual panorama periodístico español es propenso a celebraciones?

─Obviamente no lo es. Tanto por la muerte de compañeros directamente a causa del covid-19, como por la situación de precariedad laboral y dificultades económicas que estamos padeciendo. Naturalmente nos hemos unido al luto nacional que rige en toda España desde el día 26 de mayo hasta el 5 de junio y hemos pospuesto la mayor parte de las acciones de celebración que teníamos programadas para festejar el histórico aniversario de nuestra fundación, que tuvo lugar el 31 de mayo de 1895, es decir, hace ahora exactamente un siglo y cuarto. Esperamos que, cuando la normalidad se restablezca, y dentro del año natural que va desde el 31 de mayo de 2020 hasta el 30 de mayo de 2021, podamos realizar algunas de las acciones previstas para el aniversario.

─¿La APM está mediando y respaldando a los periodistas en su manifiesto #lalibertaddepreguntar, que pide mayor transparencia en el sistema de selección de preguntas al gobierno diseñado por la secretaría de Estado de Comunicación?

Sí, la APM ha realizado diferentes y reiteradas gestiones, junto con la Federación de Asociaciones de la Prensa en España (FAPE), para lograr un sistema de mayor transparencia en las ruedas de prensa oficiales. La secretaría de Estado de Comunicación ha accedido escalonadamente a nuestras propuestas y, primero, puso fin al sistema de preguntas enviadas con antelación y seleccionadas mediante un criterio poco transparente. A continuación, en las ruedas de prensa que tienen lugar en el palacio de La Moncloa, los periodistas pudieron preguntar en directo mediante video llamada. Finalmente, a partir del lunes 25 de mayo, se reanudaron las ruedas de prensa con presencia de periodistas. Está claro que es preciso mantenerse siempre muy atento en la defensa del derecho a la información porque los poderes públicos aprovechan cualquier resquicio para coartar la libertad de los periodistas y han encontrado en esta situación de confinamiento, a causa de la pandemia, una excusa ideal para establecer un peligroso régimen de opacidad informativa.

─¿Es cierto que los periodistas no puedan dirigirse nunca directamente al presidente del Gobierno (“al comendador”), así como a sus ministros y equipos técnicos, para preguntar lo que consideren oportuno y repreguntar?

Esto fue así al principio del Estado de Alerta, pero acaba de cambiarse como acabo de explicar. Anteriormente, todo periodista podía preguntar lo que deseara, siempre que le tocase “en rifa” participar en el turno de preguntas. Pero no tenía derecho a repreguntar. El sistema impuesto por el confinamiento beneficiaba a los periodistas de medios pequeños y alejados de la capital, aquellos que suelen tener menos experiencia en las lides de las ruedas de prensa presenciales, mientras que los periodistas más veteranos y especializados en el cara a cara con la autoridad, aquellos conocidos como “los habituales”, los que atesoran la experiencia de muchas ruedas de prensa, aquellos acostumbrados a repreguntar o a reprochar abiertamente al Presidente o ministro su falta de respuesta concreta a una pregunta, tenían mermadas sus posibilidades.

─Usted como presidente de la APM ha declarado no descartar acciones más severas si continúan las intimidaciones a la prensa por parte de los políticos, ¿cuáles intimidaciones? ¿Cuáles acciones?

Son intolerables los señalamientos y acoso a ciertos periodistas por parte de partidos políticos o relevantes personalidades de ciertos partidos políticos. El periodista cumple con su deber cuando investiga a un político. Su comportamiento es un ejemplo a seguir, no a perseguir. Durante los últimos días varios periodistas han sufrido intimidaciones y restricciones en su labor. Hasta ahora, la APM se ha limitado a condenar tales acciones mediante comunicados públicos. El paso siguiente podría ser la convocatoria de una manifestación de periodistas delante de la sede de un partido político.

─¿Cuál?

Pues el último en practicar intimidaciones a periodistas. Hasta ahora, Vox y Podemos han protagonizado dichas actitudes.

─Igualmente, advierte que su Junta Directiva no cesará en defender a los profesionales, así como en la tutela del “derecho a informar y a ser informados en libertad”, misión primordial y que la protegerá “con uñas y dientes”. ¿A qué se refiere, qué está pasando?

Lo que hay que defender con uñas y dientes es nuestro régimen democrático de libertades que se ve amenazado cuando se vulneran derechos tan básicos como la libertad de expresión y la libertad de información.

─Usted ha dicho que ante las fake news y el deterioro de las condiciones laborales, debe imponerse “la profesionalización del periodismo” a fin de recuperar la credibilidad ante los ciudadanos. ¿de dónde vienen esos bulos, y en qué advierte el deterioro de las condiciones laborales?

No existe mejor antídoto contra las fake news, desde mi punto de vista, que aplicar las reglas del buen periodismo, que se resumen en tres principios básicos: verificar, priorizar y contextualizar las informaciones. Si se comprueba la veracidad de una noticia contrastando fuentes, si se la dota del rango de importancia que requiere, ni más ni menos, y si se añaden las circunstancias en que se ha producido, las fake news no tienen nada que hacer. Hay que recordar que la fuerza del buen periodismo está en ser creído, no en ser leído. En cuanto al deterioro de las condiciones laborales, es evidente que atravesamos un periodo de precariedad laboral que se manifiesta en prácticamente todos los medios, mediante la presentación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, ERTES, es decir la reducción temporal de trabajo y sueldo. Ojalá la crisis no prolongue esta excepcionalidad y caigamos en los Expedientes de Regulación de Empleo, ERES, que suponen directamente la reducción permanente de empleos”.

─Si “el papel motor” del periodismo es su labor preponderante, insustituible, que necesita de verdaderos profesionales. ¿Se les intimida y maltrata en La Moncloa?

Yo no diría que los periodistas son intimidados y maltratados en La Moncloa. Ya expliqué antes que el régimen de confinamiento ha sido muy bien aprovechado por el gobierno para adaptar las reglas del juego democrático a su conveniencia. En cuanto a la conveniencia de los periodistas, creo que fundamentalmente se concentra en algo tan básico como que no obtiene respuesta a las preguntas importantes. Tanto el presidente como sus ministros están entrenados para no contestar a las preguntas incómodas. Se les pueden plantar una, dos, trescientas veces, y siempre se salen por los Cerros de Ubeda. Los potentes servicios de asesoría de comunicación redactan argumentarías que el Presidente y sus ministros aprenden de memoria y recitan luego como papagayos. Insertan esos mensajes propagandísticos en sus respuestas a preguntas sin venir a cuento. Y los periodistas no tienen derecho a afear esa conducta en directo. Sí lo hacen, luego, comentaristas a toro pasado”.

─¿Conoce las dificultades de los periodistas demócratas venezolanos y de la institución gremial Colegio Nacional de Periodistas (CNP) que agrupa gran parte de informadores independientes? 

Seguimos con verdadero interés y afecto las penurias y calamidades que acechan al pueblo hermano venezolano y nos solidarizamos con el Colegio Nacional de Periodistas, al que enviamos un cariñoso saludo aprovechando estas líneas.

─Sabemos que “sin periodismo no hay democracia”, ¿cuánto subsiste de periodismo libre, o cuánto de democracia en España?

El periodismo libre y la democracia son términos casi sinónimos. No existe periodismo libre en países que no gozan de democracia y no puede haber democracia sin periodismo libre. La salud democrática de un país puede variar de un momento a otro, como bien sabéis en Venezuela. Igual que ocurre con la salud humana que un día se encuentra perfectamente y, de repente, se ve atacada por un virus y esa salud rebosante se torna en enfermedad grave. España atraviesa actualmente un peligroso momento, afectada por la pandemia del coronavirus, y el gobierno tiene tentaciones de acaparar más poder aprovechando la circunstancia. Eso hace peligrar con frecuencia la salud democrática.

─Ningún país está exento del peligro de un traspié antidemocrático. ¿Cómo proteger a España para que no se haga presa de la misma trampa en la que Venezuela cayó, sin darse cuenta?

Vemos con verdadero pánico lo ocurrido en Venezuela y la creciente asunción de poder en nuestro país del partido Podemos que apoya al presidente Maduro. Tenemos la gran suerte de poder comprobar, desde la distancia, el resultado de la política revolucionaria chavista y, como somos demócratas, esperamos que el resultado de las urnas, tras las próximas elecciones generales, aleje ese peligro de resbalón antidemocrático.

Salvaguardemos la democracia, defendiendo la prensa libre… ¡Todos a una!

De lo contrario, como lo hace Laurencia el personaje protagónico femenino de la obra “Fuenteovejuna” de Lope de Vega, nos será reprochado:

Laurencia:

Por muchas razones,

y sean las principales:

porque dejas que me roben

tiranos sin que me vengues,

traidores sin que me cobres…

la oveja al lobo dejáis

como cobardes pastores.

Ovejas sois, bien lo dice

de Fuenteovejuna el hombre,

bárbaros sois, no españoles;

y que os han de tirar piedras

hilanderas, maricones.


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