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Foto: EFE

El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, asumió este jueves la jefatura pro témpore del Mercosur en una Cumbre virtual en la que salió a relucir la crisis de Venezuela.

Lacalle Pou tomó la palabra con un agradecimiento a su predecesor Mario Abdo Benítez por el impulso dado al bloque en el último semestre, a pesar de las restricciones y condicionamientos que impuso el virus.

«Tenemos una vez más que hablar del Mercosur social, el Mercosur de la gente, ese Mercosur que habla de la política de frontera», comentó, y subrayó también la necesidad de mejorar la logística y las infraestructuras que conduzcan a la integración física.

Lacalle Pou también pidió al resto de países del Mercosur que dejen atrás los alineamientos políticos porque los gobernantes son circunstanciales para que piensen en un proyecto a largo plazo, más allá de los gobiernos, que apueste por el desarrollo de sus pueblos.

En su valoración del semestre, el presidente paraguayo reconoció que había sido un trabajo arduo que culminó con resultados buenos, aunque todavía con mucho por delante.

«Abogamos por el fortalecimiento de la política comercial común, la eliminación de las barreras arancelarias y, sobre todo, por la profundización de los temas para la consolidación de la unión aduanera en línea con los compromisos en materia de relacionamiento externo», dijo Abdo.

Los Estados miembros coincidieron en la necesidad de suscribir los acuerdos con la Unión Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio, alcanzados en junio y agosto de 2019, respectivamente.

El tratado con la UE está actualmente en revisión jurídica y después pasará a traducción, que dura entre tres o cuatro meses, por lo que podría no lograrse.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, instó durante la cumbre por videoconferencia a abrir al bloque suramericano a otros acuerdos tras el histórico pacto de asociación alcanzado con la Unión Europea.

«El histórico acuerdo entre la UE y el Mercosur evidencia que estamos en el camino correcto. Queremos llevar adelante negociaciones abiertas con Canadá, Corea del Sur, Singapur y el Líbano, expandir los acuerdos vigentes con Israel e India y abrir nuevos frentes», señaló Bolsonaro.

En la cumbre participaron también presidentes de países asociados al Mercosur, como Sebastián Piñera, de Chile; Jeanine Añez, de Bolivia, e Iván Duque, de Colombia, y como invitado especial Josep Borrell, alto representante de Política Exterior de la Unión Europea.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, resaltó las circunstanciales difíciles de un encuentro que transcurre con el bloque regional marcado por el coronavirus.

«Un contexto mundial francamente difícil, porque el mundo se ha dado vuelta, no son las economías del sur las que padecen y otros la pasan bien. La economía global está sufriendo como nunca lo había visto», dijo el mandatario argentino.

También se refirió al desafió que esa situación implica, no solo a Suramérica.

«El desafío tiene muchas salidas, nosotros como latinoamericanos tenemos que abordar una, la central, que somos el continente más desigual a la hora de redistribuir el peso y nos toca enfrentar ese desafío sabiendo que estamos en la mayor crisis que la economía mundial recuerda», indicó.

Borrell, asimismo, celebró los avances en el acuerdo entre el bloque europeo y el Mercosur como un instrumento más para la cooperación interregional ante el impacto de la pandemia. «Es muy bueno que, en estas circunstancias, celebremos el acuerdo de asociación y el futuro de las relaciones de Europa con el Mercosur«, dijo.

«Este acuerdo es el mayor acuerdo alcanzado nunca por la UE y el primero que firma el Mercosur con otro gran bloque regional. Va a establecer una zona de libre comercio que va a afectar a casi 800 millones de personas, casi a una cuarta parte del producto interior bruto», expuso.

Preocupación por Venezuela

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, abogó para que en Venezuela se retome cuanto antes el camino de la libertad.

Abdo Benítez manifestó su solidaridad con la Unión Europea por la medida que había tomado el régimen de Nicolás Maduro de expulsar a Isabel Brilhante, su embajadora en Caracas, luego de que el bloque anunció sanciones en contra de varios funcionarios y allegados al chavismo.

A la preocupación se sumó Duque: «Hemos visto cómo la dictadura expulsó a la representante de la UE, algo que sabíamos que iba a ocurrir. Esa situación que estamos viviendo, en un país de nuestro hemisferio, ha generado la mayor crisis migratoria y humanitaria que se haya registrado en nuestro continente».

Este jueves, no obstante, el régimen de Maduro dejó sin efecto la decisión de expulsar a la embajadora de la UE en Venezuela, luego de una conversación entre su canciller, Jorge Arreaza, y el alto representante del organismo para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.

 


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